Hoy en Castellón Pueblo a Pueblo nos vamos hasta Vila-real
Vila-real pertenece a la comarca de la Plana Baja y tiene en torno a 50.800 habitantes
Vila-real se encuentra situada en el sureste de la provincia de Castellón, en la comarca de la Plana Baja. Cuenta con 50 755 habitantes y es el segundo municipio con más población de la provincia de Castellón. Se accede a esta población, desde Castellón de la Plana, a través de la carretera N-340.
Sus fiestas patronales están dedicadas a San Pascual Baylón y se celebran a mitad de mayo. Durante diez días la ciudad se inunda desfiles, procesiones, verbenas, espectáculos y toros.
La vida diaria de Vila-real transcurre en sus calles, repletas de propuestas de todo tipo. Pero hoy dedicamos nuestra mirada a un lugar que consigue reunir a una cantidad de gente, el Termet de la Mare de Deu de Gràcia. Acoge a diario excursiones de colegios, deportistas, o gente mayor paseando y disfrutando del intenso aroma a vegetación que se percibe desde el primer momento en que ponemos los pies en esta ubicación.
La parte que se encuentra más arriba está repleta de espacios verdes, columpios e instalaciones para poder disfrutar con toda la familia o con amigos de un agradable día de campo. Además, al fondo, podremos observar el impresionante puente de Santa Quiteria, que fue construido por orden de Jaume I.
Toda la zona del Termet de la Mare de Dèu de Gràcia pertenece al municipio desde la Edad Media, lo que ha facilitado el hecho de que las celebraciones religiosas tengan lugar en esta localización. Una de ellas es la festa del termet, que se celebra el primer domingo de julio y que consiste en una festividad basada en la figura de la Virgen María, para acabar con un concierto y un desayuno popular consistente en horchata y fartons. También se celebra la Asunción de la Virgen María y de San Roque los días 15 y 16 de agosto, o el viernes previo al primer domingo de septiembre, con la festividad de la Virgen de Gràcia.
El conejo con caracoles o la típica xulla, que se cocina tradicionalmente en las noches de lunes de las fiestas patronales, son platos tradicionales de la gastronomía local, regada con los excelentes vinos de la provincia o la exquisita cerveza con piel de naranja nacida en Vila-real. De postre, no faltan en las pastelerías dulces como la típica pilota de frare o el Pasqualet.