Los dos presuntos ladrones tienen antedecentes penales, y supuestamente arrancaron y transportaron en un vehículo la estatua para hacerla llegar al receptador.
La obra era propiedad del Ayuntamiento, y esta valorada en 21.000 euros, pero actualmente no se ha podido encontrar, y se cree que ha sido incorporada al circuito clandestino de tráfico de metales, previa fundición.