NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS

Las lluvias son una bendición para el campo alicantino pero arruinan la cosecha de cerezas

La organización agraria ASAJA en Alicante pide ayudas urgentes para los productores de cereza y lamenta que las lluvias de mayo "hayan llegado tarde para salvar los cultivos de cereal de secano"

Juan Carlos Fresneda

Alicante | 25.05.2023 09:13

La cosecha de cerezas en Alicante arruinada por la sequía y por la humedad | ASAJA-Alicante

Las lluvias que ha traído la DANA que se ha centrado estos días en la Comunidad Valenciana ha supuesto un respiro para la mayoría de los cultivos de la provincia de Alicante, después de que el invierno y el inicio de la primavera hayan sido muy cálidos y secos.

Según los registros sobre el acumulado de lluvias desde el inicio del episodio, el embalse de Beniarrés ha registrado 156 litros, Ontinyent 141, Agres 138, Muro de Alcoi 121, Beneixama 103, Vallada-Serra Grossa 97, Adsubia-Rambla Gallinera 85,4, Enguera 81, Vall de Gallinera 77 y Mutxamel 75. El epicentro de las fuertes lluvias se trasladó a las 7 hs del martes desde la Vega Baja hasta El Comtat y la zona interior de la Marina Alta.

ASAJA Alicantevalora positivamente estas precipitaciones, que viene como “agua de mayo” para el campo alicantino, como reza el refrán, sobre todo para la producción de hortalizas, cítricos y almendros.

No obstante, indica que la lluvia ha llegado demasiado tarde para el cereal (trigo, cebada y avena); el primer trimestre del año ha sido uno de los más secos en las comarcas del centro y el sur de la provincia desde que hay registro meteorológico homologado y la cosecha de estos cultivos ya estaban perdidas en un 90% en la comarca de l’Alcoià, un dato “irrecuperable a pesar de las lluvias de estos días”.

Asimismo, los técnicos de la asociación manifiestan su preocupación por el olivar, que está en fase final del proceso de floración, y temen que la abundancia de agua pueda afectar al cuaje, “hecho que podrá valorarse definitivamente dentro de unos días”. También apuntan a que de momento no ha habido episodios de granizo, y que la piedra sí que suele causar daños, como el ocurrido el pasado 13 de mayo en zonas del Campo de Elche y Crevillente, que ocasionarán una merma del 15% de la superficie de granada Mollar de Elche en plena floración de los árboles, según estimaciones de ASAJA Alicante.

Por el momento, con este cambio de tendencia tras un invierno y primavera muy cálidos y secos, ASAJA Alicante afirma “que por mucho que nos anuncien un futuro catastrófico, la realidad es que nadie sabe lo que pasará, pues el clima es impredecible e incontrolable”, e insiste en que las pérdidas de cultivos por la falta de agua se deben más a las consecuencias de las decisiones políticas que al comportamiento climático. Para la asociación agraria, se trata de una “sequía política” y no estrictamente climatológica, lo que viene a suponer la ineficacia en la gestión de los recursos disponibles por parte de las Administraciones, que deben realizar una planificación estable que contemple las necesidades de cada territorio y una inversión en obras hidráulicas para captar y embalsar el agua de lluvia.

"La sequía climática se pasa con la lluvia, pero la política es como un parásito que destruye lentamente el sector agrario", manifiesta José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, quien relata que las precipitaciones han permitido ahorrar un riego en las explotaciones agrícolas de algunos puntos del sur de la Comunidad Valenciana, especialmente del Vinalopó y de la cuenca del Segura, a la vez que se van llenando los embalses”.

Daños en cereza

El cultivo de la cereza lleva cinco años cuya producción ha ido cayendo en picado.

Este año no hay producción de cerezas en la Montaña de Alicante. A los problemas de climatología; elevados costes de producción; la no adaptación de la cobertura del seguro de rendimientos en este territorio de minifundios, que a pesar de tener el mismo coste del seguro y haber declarado durante cinco campañas seguidas siniestras por falta de cosecha comporta reducciones hasta el 50% de la producción asegurada, se han unido el aumento del abandono agrario, el incendio de la Vall d’Ebo y la aparición de una nueva plaga, según fuentes del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida.

En la otra subzona de producción de este cultivo, el municipio de Villena, las lluvias de estos últimos días han puesto las cosas más difíciles, pues han rajado las cerezas que están en el árbol y no se están pudiendo recolectar por las intensas lluvias.

ASAJA Alicante lamenta esta circunstancia, que no hace más que agravar una situación insostenible para la cereza alicantina. Por ello, ASAJA Alicante solicita de manera urgente una línea de ayudas directas ad hoc para los productores de cerezas, para que puedan favorecer la sostenibilidad de la producción y la inmediata recuperación económica de este cultivo que ha sido sometido a una continua catástrofe durante los últimos años, además de la adaptación urgente de los seguros a las peculiaridades del territorio y medidas que dinamicen la fijación de la población rural en las comarcas donde tradicionalmente se desarrolla este cultivo.

Asimismo, anuncia que una vez estén constituidos los gobiernos autonómicos tras las elecciones, la asociación reunirá de urgencia a los productores de cereza y Consejo Regulador, para instar a la Administración una planificación urgente que actúe e impulse este cultivo tan emblemático para nuestra provincia.