Nos vamos a Fuenlabrada, donde está el más conocido de Madrid, Zarro, el que tomábamos de grifo hace unos años habitualmente en los bares y que ahora ya encontramos embotellado para comprar en cualquier sitio, comenzó su andadura hace 55 años cuando Carlos Mañuecas buscó la combinación perfecta de hierbas aromáticas para infusionar con su vino. Y dio con su fórmula secreta que ahora podemos disfrutar en los formatos rojo, blanco, ecológico y un gran reserva que sirve incluso para la sobremesa. Los precios de las botellas, que cunden mucho más que cualquier vino, oscilan entre los 6€ y los 15€.
El siguiente gran vermut de Madrid es Vermut Zecchini, estos llevan casi 85 años elaborando vermuts y otros vinos aromatizados. La historia de sus productos se remonta al año 1940 y su toque tradicional se ha ido manteniendo de una generación a otra, si bien es cierto que con el paso de los años han ido incorporando una dosis de innovación. Es una empresa puramente familiar y también tiene un toque mágico, ya que su receta proviene de una antaña tradición herborista y medicinal, donde su producto tiene más de 35 hierbas, especias, raíces y flores. Tres de sus vermuts – el Blanco, rojo y la edición con botella especial- han sido reconocidos con múltiples premios y menciones en listas y guías, como la Peñín. Un trago magnífico nos lo da también su Zecchini Edición Limitada, un vermut rojo con una graduación alcohólica del 15º y uvas malvar, airén y moscatel, macerado durante dos meses. El precio, a partir de 6,95€
Y ahora me voy a Colmenar de Oreja, uno de los principales productores de vinos de la D.O. Madrid, porque en la calle Bajada de las Monjas, está Bodegas Peral, una bodega del S. XIX que ya de por si merece una visita de enoturismo. La familia Peral además de vinos que hacen con sistema sobremadre, tintos, blancos, elaboran un vermú sencillo y otro reserva con 1 año en barrica, 100% variedad airén macerado con ajenjo, hinojo, canela… El precio, 15€ los 3 litros del normal, 9,90 € el litro del reserva.
Y acabamos con planazo vermutero-cultural con las Bach Vermut que nació hace 9 años como una fiesta durante los sábados en el Auditorio Nacional de Música que aúna conciertos con los mejores organistas del mundo con la gastronomía y sobre todo nuestro invitado de hoy, el vermut. Es una mañana en la que un público de distintas generaciones se aleja del estrés, llega sin prisa, y comienzan en el vestíbulo del auditorio, habilitado como zona de degustación gastronómica. Después, concierto en la Sala Sinfónica y al finalizar, aperitivo-degustación amenizado por conjuntos de jazz que interpretan obras clásicas en clave de jazz, en el Salón de Tapices. En cada concierto, diferentes marcas de vermut, que serán el acompañante ideal.
La próxima cita, el próximo sábado de 22 de abril donde estará el dueto internacional Vernet-Meckler Organ Duet amenizando a los asistentes con su repertorio de música a cuatro manos en órgano a través de interpretaciones coloristas y laureados proyectos discográficos. El precio de la entrada al concierto, 5€.
Y, ¿cómo están de ricas unas patatas bravas con un vermút? Eso sí que es casi un matrimonio perfecto… Para eso, nos vamos a ir Guzmán el Bueno, a Embajadores o a Fuente del Berro, a la casa más antigua de bravas de Madrid, Los Chicos, fábrica de patatas bravas, que llevan desde 1945 preparándolas. Además de esto, elaboran su propia cerveza y su propio Vermut llamado también Los Chicos, que elaboran a partir de variedades típicas madrileñas. Para el vino base se utiliza la variedad airén al que añaden mosto de tempranillo, y los botánicos con que se macera son regaliz, naranja amarga, flor de sauco y clavo, entre otros. En el bar podemos pedirlo, que siempre nos llegará con bien de hielo y cáscara de naranja. Y en su página web o allí mismo se puede comprar por botellas, para disfrutar también en casa. El precio es de 8€.