Calçots a la madrileña
Qué maravillosa gastronomía tenemos en España, y vaya productazos que tenemos, de norte a sur y de este a oeste. Hoy nos vamos a dar la concesión en Pá comerse Madrid de celebrar Sant Jordi y comer en la capital gastronomía catalana, y vamos a tomar algo que gusta mucho y que queda poco de la temporada, ¡calçots!
Para quien no sepa qué son los calçots, se trata de una cebolla blanca originaria sobre todo en Valls, Tarragona, donde tienen Indicación Geográfica Protegida, y que se cultiva de forma especial para que tengan su forma alargada. Su forma de preparar habitualmente es sin limpiar y asarlos con llama viva en barbacoa o parrilla, y cuando estén bien hechos se envuelven en un papel de periódico y se ponen en una teja. Después se les quita las capas más quemadas, y se les ‘moja’ en salsa romescu elaborada con tomate, ñora, pan duro, almendras y AOVE. Están deliciosos y además tienen muchas propiedades como pocas calorías, mucha fibra, y gran cantidad de hierro, calcio, fósforo y magnesio. Es un magnífico antioxidante. Y como la temporada acabará en unas semanas, ¡hoy nos vamos de calçotada!
Para empezar el recorrido nos vamos a ir primero a Hoyo de Manzanares a un restaurante que nos cuenta ya en el nombre de qué va la cosa. El restaurante Calçots (http://www.calsot.com/), es una experiencia de principio a fin, desde que te sientas y te pones el babero que te dan para no mancharte porque nuestro producto recién salido de las brasas mancha y tizna bastante para limpiarlos, pero están tan rico que merecerá la pena el ensuciarse. Aunque a mí me gusta pedir las raciones por separado para poder comerme yo sola los 12 que vienen en cada una, tienen un menú de lo más rico y económico que tiene otras delicias hechas a la brasa. Empieza con una Ensalada, después Tostada de pan con tomate y embutidos catalanes, la ración de calçots, y un combinado de carnes a la brasa que lleva Butifarra blanca y negra, Conejo a la brasa, Chuletas de cordero y Pollo. Impresionante y por 24€ por persona. Para completar la experiencia con recetas catalanas, podemos pedir unos caracoles a la llauna, o sea a la brasa. El precio de la ración de calçots es de 13€. Y después, un paseíto por esa zona tan maravillosa para bajar el festín…
Un restaurante clásico y que comparte el nombre con nuestro santo de hoy, Casa Jorge (http://www.casajorge.com/), ubicado en la calle Cartagena, en Prosperidad, y que es un referente de cocina catalana. Podemos prepararnos un menú con una Exqueisada de bacalao, unos caracoles a la llauna, un pa amb tomaca, y por supuesto, nuestros calçots, a 17€ la ración.
Otro gran clásico que lleva desde los años 80 ofreciéndonos lo mejor de la cocina catalana es Can Punyetes (http://www.canpunyetesmadrid.es/index.html), con dos direcciones en Madrid, al lado de la Plaza de la Villa y detrás del Palacio de Congresos. Con una tradición familiar que pretende mantener la esencia de sus orígenes y dándole todo el sabor de las brasas, podemos tomarnos una escalivada, o un xató, que es una escarola con romescu, atún, bacalao y anchoas, una butifarra del Perol, nuestros calçots con su salsa romescu a 9,80€, y para acabar, una crema catalana.
Acabamos nuestra ruta de hoy en Huerta y Caldero (http://huertaycaldero.com/), herederos de un local mítico que estaba en la Plaza de Santo Domingo, La Huerta de Lleida. Esta nueva ubicación en Sainz de Baranda sigue utilizando su receta secreta familiar de romescu, que le ponen un toque picante y le da un punto distinto a los calçots, que cuestan 18,50 la ración. Podemos acompañarlos con unos embutidos pirenaicos y un arroz al caldero con gamba roja, que es otra de sus especialidades.