¿Un aperitivo?
En esa costumbre que hay en la actualidad de poner ‘Días D’ para todo, hay algunos a los que nos rendimos irremediablemente, porque son muy nuestros, y porque a mi me encanta llevarlo a cabo. Ayer día 19 se celebró el Día Internacional del Aperitivo. Y no quería dejar la oportunidad de llevaros hoy en Pá Comerse Madrid, a tomarnos uno, para acabar la semana (o empezar el finde) de la mejor manera posible.
Y, aunque digo que es una costumbre muy nuestra, se celebra de manera internacional, porque para los italianos es su muy arraigado su ‘aperitivi’, con su Aperol y sus embutidos; o en ‘apertifi’ en Francia, con su champagne y sus quesos, o el ‘mezze’ en Grecia. Porque si buscamos en la RAE el significado, nos dice que ‘sirve para abrir el apetito’, y eso, es válido en cualquier parte. Ir a un bar a pedir un vermút, una cerveza, y ese aperitivo o tapa, que nos sirve de tentempié de cara a la posterior comida, es maravilloso. Así que hoy nos vamos de ruta por esos sitios de Madrid que no podemos perdernos para ‘aperitivear’.
Comienzo la ruta en Chueca, en el bar El Tigre, un lugar clásico y mítico en esto de los aperitivos, y que hay que probar al menos una vez en la vida. Está en dos direcciones, en la calle Infantas y Hortaleza. Pides tu cervecita, vino o sidra y te llega un plato enorme con unas tostas con embutido, lacón, croquetas, bravas, queso, lomo, panceta o chorizo. También tortilla o paella. Incluso alitas de pollo o champiñones. Todo eso gratis con cañas sobre los 4,50 €. La bebida es un poco más cara de lo habitual, pero a la segunda consumición estás ya lleno.
Me voy al centro, a la calle Mesonero Romanos, porque nos esperan en Taberna dNorte. Una carta sencilla y divertida -que refleja a la perfección la taberna que es, y que resulta buena opción para compartir y picar algo desde las 12:30 h y hasta bien entrada la noche ininterrumpidamente, por lo que podemos ir a aperitivear en cualquier momento. Sus propuestas suenan tan bien como: Bravas con “all i oli” ligero y picante, Tigres, Chipirones a la plancha con oreja crujiente, Rabas de peludín ‘… Y como elegir es complicado, nada como decantarse por alguno de sus tríos para probar las recetas de tres en tres, con un precio entre 11 y 15€.
Me voy a una barra, que nos va a transportar a Andalucía, porque en Ortega y Gasset, 68 está Menudeo, del mismo propietario que Colosimo, pero con un concepto diferente, empezando por su zona de barra para ese ‘picoteo’ que le da el nombre. En la gran pizarra que preside este espacio anuncian cosas tan ricas como Chicharrones de Chiclana, hechos en casa, con limón y sal; Mojama de Barbate, aceite y almendritas y Presa ibérica especiada cocinada con la propia grasa de jamón, un trío que, en formato degustación. constituye La Tabla de Ricardo. Junto a ellos, una selección de chacinas y algunos de los platos más informales de la sala, como las cremosísimas Croquetas de la casa, la Ensaladilla de gambas muy del sur con su mayonesa elaborada con manzanilla o los inesperados Langostinos en su particular ajillo, marca de la casa… Para escoger el vino hay que fijarse en la columna, ya que recoge más de 15 vinos andaluces por copas. Ojo, que el vermút de la casa es también top.
Y termino en Doble y Gilda, un nombre que ya es de por si una declaración de intenciones. Es el proyecto de dos apasionados de los aperitivos, Fátima y Emilio, que se centraron sobre todo en las Gildas. Está en la calle Santa Engracia, y tienen 8 tipos diferentes, como por ejemplo la Gilda de anchoa clásica, con doble anchoa; o de Anchoa y huevito de codorniz; de Boquerón y aceituna apretada; Vegetal, con alcachofa baby, ajo dulce y tomate seco. El precio, entre 1,50 y 3 €. Tienen además mojama, mejillones en lata, raciones, montaditos… Y cualquiera de sus opciones, con un vermút, por ejemplo de Lustau, quita cualquier pena.