Victoria Verdier| @verdier_vic
Madrid | 06.06.2016 17:59
Sergio tiene 21 años y es una de las 79 personas agredidas este año en Madrid por ser homosexual. El 11 de enero salía de una discoteca del barrio de Chueca cuando varios chicos comenzaron a insultarle y a pegarle hasta que se golpeó con un bolardo de la calle y quedó inconsciente. Fue al hospital y de ahí directo a la comisaría para denunciar los hechos. Sergio pertenece al 18% de víctimas que acuden a la policía, el resto no va por miedo o vergüenza, "se sienten culpables" nos cuenta el coordinador de Arcópoli, Yago Blando.
Arcópoli acompaña a las víctimas y las asesora para que denuncien, creen que el aumento de las agresiones es fruto de la visibilidad del colectivo LGTBI que ha perdido el miedo a mostrarse cariño en público, a ser como son. Es un arma de doble filo, pero "no están dispuestos a volver al armario, eso es impensable", dice Blando que pide a las administraciones que hagan algo para frenar las agresiones.
La policía ha puesto en marcha una campaña para promover las denuncias, la Comunidad de Madrid ha creado una unidad especializada en agresiones homófobas dentro del 112 y la Asamblea de Madrid aprobará en breve una ley contra la LGTBifobia, una promesa electoral de la presidenta Cristina Cifuentes que han mejorado con sus aportaciones el resto de grupos parlamentarios. El dictamen de la norma prevé, entre otras cosas, que aumenten las sanciones a los agresores, que se revierta la carga de la prueba y que se eduque en todos los colegios, públicos y concertados, en la diversidad para acabar con el reducto de homofobia que aún queda en Madrid.