El sector agrícola ya no puede más. Y no sólo en España. Primero fue la aplicación de la ley de Política Agrícola, luego la inflación, luego los costes de producción y ahora, la sequía. Una situación que ha desenvocado, en primer término, en una movilización del sector en Francia, con el corte de carreteras que ha copado los informativos este fin de semana. Unas protestas que han tenido réplica en más países en toda Europa, entre ellos España. Los agricultores españoles están decididos a secundar y dar aún más fuerza a estas protestas del sector. Por eso, el sindicato Unió de Pagesos ha convocado para mañana, día 6 de febrero, y para el martes de la semana que viene, día 13, cortes de carreteras que pretenden "parar el país para que la reivindicación sea escuchada de una vez por todas". Segú ha contado en 'La Ciutat' Carles Vicente, responsable de organización de Unió de Pagesos, "algo de efecto llamada hay con los agricultores franceses, pero cabe recordar que desde Unió de Pagesos llevamos tiempo pidiendo mejoras y llevando a cabo acciones de protesta. Lo que hay ahora es un clamor por parte de todo el sector en Europa, ya basta de burocracia, de recortes y de menosprecio".
Vicente ha reconocido que en España, seguramente, se podrían hacer las cosas mucho mejor "como por ejemplo proteger a los agricultores con leyes que les defiendan ante las grandes marcas productoras", pero cree que quien tiene de verdad la llave de todo esto es Europa: "Se tiene que volver a poner la crisis del sector agrícola en el centro de la agenda política. Los eurodiputados son elegidos en su país de orígen, así que no son extraterrestres, no son ajenos a la realidad".
Para Vicente hay una realidad, y es que los altos costes de producción en España provocan una situación de inferioridad: "Se puede mirar por el medio ambiente sin aplicar un dumping que afecte al pequeño productor de tu propio país importando producto de fuera porque aquí el coste de producción es tan caro que el producto importado es más barato".
Según Vicente, "hemos optado por el camino suave, se podría protestar de otra manera, pero optamos por una protesta suave pero que sea escuchada". La situación, según Vicente, es crítica para los pequeños productores, "a quien se quiere hacer desparecer en beneficio de las grandes marcas". Además, reconoce que a los agricultores catalanes no se les incluye en las mesas de negociación con el gobierno central, pero lejos de estar decepcionado "esto es una gran noticia para nosotros, porque significa que se entiende que seguimos disconformes. Si nos sentáramos a negociar querría decir que estamos de acuerdo con la situación".
Por último, el responsable de organización de Unió de Pagesos ha valorado las recientes declaraciones de la ministra francesa Segolenne Royale, donde decía que el tomate español es incomestible (las protestas del sector francés es precisamente que el producto que llega de España es más barato y condiciona al francés): "La demagogia la emplean todos los políticos, pasa en Francia y tambien pasa en España. El problema está en que los políticos culpabilizan al pequeño productor, sea francés o español, cuando el problema real es la burocracia".