LA SIGNATURA

El mandato de Laporta

Toca a su fin, una nueva temporada del mandato de Joan Laporta al frente del Barcelona. El balance no puede ser en líneas generales satisfactorio.

Alfredo Martínez

Catalunya |

Toca a su fin, una nueva temporada del mandato de Joan Laporta al frente del Barcelona. El balance no puede ser en líneas generales satisfactorio. Hay diversos aspectos en los que incidir y quizás comenzando por el más positivo. De momento la sensación de que la renovación y remodelación del estadio del Camp Nou va en los plazos previstos y se podrá regresar más o menos cuando se intuía casi a finales de este año o comienzos del 2025, eso sí, nos queda el matiz de si se cumplirán todas estas promesas y si el precio final será el previsto y no habrá desviaciones presupuestarias, si todo ello sale correctamente, estaríamos ante una de las cosas más positivas que habrían pasado en el mandato de Joan Laporta. Habrá que esperar para valorar si se ha conseguido finalmente en las condiciones que no hipotequen en demasía el futuro del Barcelona.

Pero lo que mueve al equipo es el capítulo deportivo y ahí esta temporada el equipo y el club han estado a un nivel insuficiente y ya no tan solo en el capítulo del fútbol, sino por supuesto extendido a las secciones. Si otras veces salvan buena parte de la temporada en esta oportunidad, excepción hecha del balonmano y el fútbol femenino han sido más las decepciones y los fracasos que las alegrías y las satisfacciones. El motor es el equipo de fútbol masculino y ha estado por debajo de las expectativas Terminando la temporada en blanco. Era un año difícil es cierto por la situación económica y por jugar en el estadio olímpico de Montjuic, pero se ha estado bastante por debajo de las expectativas de esta plantilla y del aficionado del Barça.

En el capítulo económico, tampoco se superan las situaciones difíciles y siguen sin revertirse la dinámica peligrosa en la que está asumido el club. No se han acabado de cobrar todas las palancas y han quedado colgadas misteriosamente unas cantidades de dinero importante que esperemos de aquí a final de temporada, o antes del comienzo de la próxima se subsanen por el bien del FairPlay financiero.

Por tanto, también suspenso en el capítulo económico en líneas generales, aunque teniendo en cuenta que es una época muy delicada. Y en el tema institucional, otro tanto, sigue en la marcha de varios empleados de cierta confianza, cierta relevancia y cierto nivel que abandonan a un Joan Laporta, cada vez más solo de ejecutivos de nivel y rodeado de un círculo demasiado familiar y amistoso.

No llega el aprobado este año la gestión de Joan Laporta si sumamos el balance de todas y cada una de las áreas enfilando ya la recta final de su mandato en el que algunos apuntan se estaría incluso planteando continuar en el futuro, aunque me temo que todo dependerá de lo que ocurra la próxima temporada, otro año, igual que este sería decisivo para no continuidad del actual presidente.