Resulta difícilmente entendible y de explicar la situación que vivió el joven Lamine Yamal el pasado fin de semana frente al Leganés. Después de sufrir la dura entrada en el tobillo derecho en el minuto 15 del partido y de evidenciar molestias claras, de dolor y de observarse en las imágenes, cómo se le giraba el tobillo derecho, que ya le había dado muchos problemas hace tan solo un mes, la gestión que vino después de esa jugada resulta cuando menos inexplicable.