En el último año, 400 comercios han cerrado sus puertas en Valladolid. La mayoría, comercio tradicional que no ha conseguido encajar la competencia de las franquicias y las grandes superficies comerciales. Para frenar la sangría, la Asociación de Comerciantes, AVADECO, ha propuesto que la Junta de Castilla y León comience a cobrar un impuesto especial para los centros comerciales. Se pagaría en función de los metros cuadrados de superficie y AVADECO propone que el dinero que se recaude se destine a la promoción del pequeño comercio. En su respuesta a esta petición, el consejero de Economía, Tomás Villanueva, afirma que 'no se puede poner puertas al campo' y recomienda a la asociación que 'evolucione y no esté contra los demás'.