El MITECO destinará una inversión de más de 16M€ a la Estrategia del Canal de Castilla
El objetivo es impulsar la conservación y aprovechamiento de esta infraestructura con una visión integradora que aúne aspectos socioeconómicos, ambientales y culturales.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), destinará una inversión de más de 16 millones de euros (16.041.209 euros) a la Estrategia del Canal de Castilla 2021-2024, con el objetivo de impulsar la conservación y el aprovechamiento de esta infraestructura que discurre por las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid con una visión integradora que aúne tanto los aspectos socioeconómicos, medioambientales y culturales.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y la presidenta de la CHD, Cristina Danés, han presentado hoy en Frómista (Palencia) las líneas fundamentales de la Estrategia, destinada a revitalizar el Canal de Castilla como bien de dominio público. La iniciativa y las inversiones asociadas pretenden restaurar parte de las infraestructuras del canal (hidráulicas y edificaciones vinculadas) para mejorar la conservación de su rico patrimonio material. Asimismo, se promocionará el Canal de Castilla como foco de atracción turística y se optimizará la gestión en el uso del agua. Dentro de esta última línea se prevé impulsar la constitución de comunidades de regantes, así como la modernización de las zonas regables. El proyecto busca conjugar el valor patrimonial e histórico del Canal con su potencial medioambiental y como medio de aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos. “La Estrategia, con su espíritu vertebrador, quiere ser un ejemplo de cómo los aspectos socioeconómicos, ambientales, territoriales y culturales pueden y deben ir de la mano”, ha dicho Morán.
En el mismo sentido, Danés ha destacado que el Canal de Castilla es un “elemento hidráulico singular de alto valor natural, que conexiona pueblos y paisajes e integra su gestión en su entorno, fomentando un turismo sostenible de naturaleza, cultural y de ocio”. De igual modo, Danés ha insistido en que es necesario también actualizar toda la normativa que afecta al Canal de Castilla, en concordancia con la situación actual de este elemento y su entorno. Todos estos objetivos se desarrollarán a través de una serie de actuaciones cohesionadas y coordinadas, así como con la colaboración institucional público y privada como mecanismos de gobernanza participativa, ha recordado la presidenta del Organismo.
CORREDOR VERDE
La Estrategia consolida un corredor verde alrededor del Canal con la finalidad de vertebrar una extensa área de la meseta castellana que alberga numerosos y variados hábitats. Con respecto a las infraestructuras del canal, dársenas, acueductos, presas, retenciones y esclusas, se revisará su estado de conservación, así como la de los edificios asociados al servicio público, más de 150, entre ellos: antiguos molinos, batanes, fábricas de harina, centrales eléctricas o las casas de los escluseros. En cuanto a los usos del agua, en la actualidad las aguas del Canal de Castilla riegan más de 21.000 hectáreas y abastecen a 400.000 habitantes de las provincias de Valladolid y Palencia. La Estrategia optimizará su gestión y un uso sostenible del recurso. Para la promoción del canal, la Estrategia recoge su importancia como recurso turístico de primer orden, de gran riqueza patrimonial y conectividad con otras vías de interés. En 1991, el Canal de Castilla se declaró como Bien de Interés Cultural (BIC) y con ello se puso en marcha el Plan Regional de Ámbito Territorial. Con el paso de los años, esta normativa necesita una actualización acorde con los nuevos tiempos.
DESTACADA OBRA DE INGENIERÍA
El Canal de Castilla es una de las obras de ingeniería hidráulica más destacada de los siglos XVIII y XIX. Sus obras comenzaron en 1753 y finalizaron en 1849, sirviendo sus tres ramales como vía de comunicación entre Valladolid, Medina de Rioseco y Alar del Rey, pero propiciando además un cambio notable en el desarrollo industrial de su zona de influencia, con la aparición de fábricas de harina, batanes o fábricas de papel que aprovechaban la fuerza motriz del agua. La llegada del ferrocarril, al principio complementaria e impulsora del canal (entre 1850 y 1862, más de 350 barcazas surcaban sus aguas), provocó poco después el cese de la actividad de navegación. Con la vuelta del Canal de Castilla a manos del Estado (1919) se adaptó para atender el regadío y el abastecimiento como usos principales.
El Canal de Castilla se divide en tres ramales: el del norte, desde Alar del Rey hasta Calahorra de Ribas; el de Campos, desde Calahorra de Ribas hasta Medina de Rioseco y el del sur, desde El Serrón hasta Valladolid. Atraviesa un total de 38 términos municipales, muchos de ellos de menos de 1.000 habitantes y cuyo sector económico principal sigue siendo la agricultura.