Carta abierta de José Antonio Diez, alcalde de León
En una carta abierta el alcalde de León, José Antonio Diez, dice sentir impotencia ante la falta de defensores de los leoneses y del olvido sistemático hacia esta tierra
Un proyecto de país
Vaya por delante, para que nadie lo dude, que no tengo nada en contra del Polígono Agroalimentario de Valladolid. Es más, espero que se haga.
Ni me opongo a la construcción de una plataforma logística en Medina del Campo. Este proyecto, seguro, que es necesario.
Espero, y deseo, que el Ejército dé marcha atrás y el centro logístico quede en Segovia. Lo necesita.
Y así podría seguir con una lista de proyectos que, estoy convencido, son necesarios en esta comunidad. En las nueve provincias. Pero en unas más que en otras.
Desearía, fervientemente, oír un día a un titular de un Ministerio o de una Consejería de la Junta de Castilla y León señalar que alguno de los proyectos que se han ido cayendo en las últimas décadas de la agenda de iniciativas para León es un proyecto de país, necesario y en el que todos vamos a echar el resto. La última vez que estuvimos cerca de eso fue, hace unos meses, cuando se propuso León como sede del Centro Europeo de Ciberseguridad y creo que todos recordamos cuanto aportó al proyecto la Junta de Castilla y León.
Desearía que las partidas presupuestarias para esta ciudad, para esta provincia, fueran suficientes para gestar no solo proyectos sino esperanzas. La esperanza de que algún día vamos a estar en la agenda de prioridades de una administración de rango superior a la provincia y que, unidos, vamos a luchar por el futuro de una de las provincias más desangradas del país, más azotada por la reconversión y el cierre de las minas, más castigadas por la pérdida demográfica y por la sangría poblacional.
Cuando el obispo de León -apenas dos meses después de llegar al cargo- alerta del peligro de pérdida de población, algunos deberían hacerse mirar porqué siguen hablando de Valladolid como España vaciada y muchos más cuestionarse porqué dudan de las razones y argumentos por los que muchos -cada vez más- leoneses clamamos por el futuro.
Sentimos impotencia ante la falta de defensores de esta tierra en cuanto se cruza su frontera provincial -y algunas veces antes incluso de traspasarla-, pero sobre todo sentimos hartazgo del olvido sistemático a León y a los leoneses.
Cansancio al tener que explicar que proyectos como Torneros, el paso del Corredor Atlántico por León, la apertura de las comunicaciones con el norte de Portugal, la autovía al mar, Pajares, el AVE, la red Cylog o -incluso- el Centro de Ciberseguridad son esenciales para León pero también proyectos de región, de comunidad o de país que justifican su ejecución.
Hastío porque la aplicación de los Fondos de Recuperación en función de criterios de justicia y necesidad se haya de detener en Valladolid.
Ira porque camas UCI o personal de refuerzo lleguen con años de retraso aún en plena pandemia.
Dolor al ver a nuestros mayores refugiados en pueblos donde los sanitarios no pasan desde hace meses.
Temor a que la situación se perpetúe justificándose en el alto precio que tendremos que pagar por esta crisis.
Y, por supuesto, rabia, mucha rabia, al comprobar que a algunos representantes de los leoneses no sólo les importa un rábano sino que siguen trabajando para que la voz de los leoneses no se pueda oír. Tapando las llamadas de auxilio con cantos de sirena o con promesas que ellos mismos saben otro engañabobos para tirar otros cuatro años.
Lo que necesita León es un proyecto de país, aunque solo sea de País Leonés.
José Antonio Diez Díaz
Alcalde de León