Según ASAJA este incremento, del 87% es muy superior al que se ha producido en el conjunto de Castilla y León, donde los ataques han aumentado el 40,5%.
Según datos de la administración autonómica la especie más atacada es el equino, quizás, en opinión de ASAJA, a que es la que más tiempo está en el campo y por defenderse peor que el ganado vacuno al no disponer de cornamenta.
El secretario de ASAJA critica que al disponer de mayor protección y no haber sobre este animal salvaje un control poblacional, pone en peligro la ganadería en amplias zonas del territorio, ya que el lobo se ha extendido por toda la provincia.