Nadie ha querido hablar para los medios porque saben que la situación es harto delicada y todo hace presagiar que la estructura de la D.O. Valdepeñas, al menos en cuanto a su mesa directiva, va a quedar inservible esta misma noche. Las conversaciones se han sucedido y algunas fuentes confirman que no han dejado de intentarlo, pero sin ningún resultado. Apuntan a que sólo un milagro podría evitar lo que es casi seguro, el sector productor, que de hecho nunca ha considerado que su salida menos efectiva de lo que será en breve, se marcha de la denominación y esto pone punto y final a la estructura según emanó del último proceso electoral. Ahora tendrá que ser la Consejería de Agricultura y Medioambiente quien ejerza la tutela de este organismo y quien busque el momento para celebrar nuevas elecciones.
El camino puede ser largo porque sería poco menos que ridículo iniciar un nuevo proceso electoral sin haber solucionado las cuestiones que separan al sector productor y al comercializador. Es más, ahora mismo no existe ni siquiera unión entre las bodegas, divididas entre los dos grandes grupos, Félix Solís y García Carrión, y aquello que intentan mantenerse neutrales mientras velan por su supervivencia.