Este jueves, 24 de junio, una docena de expertos en Paleontología, Geología y Arqueología de Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla-León llegan a Carrizosa para reanudar los trabajos en la Cueva de los Toriles, que quedaron en suspenso tras la campaña de 2019. El año pasado, debido a la pandemia, solo pudo realizarse un pequeño sondeo geológico.
Este equipo de investigadores está encabezado por Daniel García Martínez, paleoantropólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, que ha explicado a Onda Cero que van a centrar su estudios en dos momentos de la ocupación de esa zona.
Un periodo más antiguo de unos de 300 000 años en el que podría haber un paisaje similar al de las actuales Lagunas de Ruidera, muy próximas a Los Toriles, y del que han descubierto herramientas del Paleolítico Medio, sobre todo hachas de piedra. Y otro momento más reciente, hace entre 170 000 a 200 000 años, cuando las lagunas se secan y se forma la cueva, que sería entonces mucho más grande.
García Martínez, con una especial relación con la zona al ser natural de Villanueva de los Infantes, destaca la importancia que supuso el hallazgo de lo restos de un tejón primitivo en la Cueva de los Toriles. Su datación podría hacer del yacimiento carrizoseño un enclave singular de la meseta sur de la península ibérica con vestigios fósiles del Pleistoceno-Inferior.
El equipo de investigación, que estará en Carrizosa hasta el 8 de julio, va a contar con la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad en su hospedaje e intendencia. Además, cuentan con el apoyo de diferentes instituciones científicas de ámbito local y nacional, como el Centro de Estudios del Campo de Montiel o el Laboratorio de Poblaciones del Pasado de la Universidad Autónoma de Madrid.