Del total de 60 cajas, repartidas por distintos puntos de monte, 40 ya están preparadas para la nueva temporada de cría en primavera. El ornitólogo José Guzmán ha valorado de forma positiva la implantación de esta medida, destacando el alto índice de ocupación y los efectos positivos para este ecosistema que puede tener el aumento de la población de estos pequeños pájaros.
A esta actividad de la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas, FIRE, se han apuntado personas con muy diversos perfiles, entre ellos familias con niños, de localidades como Daimiel, Manzanares y Valdepeñas.
Esta iniciativa forma parte del proyecto Laboratorio de campo de agroecología y restauración forestal 'La Nava del Conejo', que tiene entre sus objetivos incrementar los niveles de biodiversidad en este hábitat.