LA RESTAURACIÓN SE HA HECHO EN PALENCIA

El castillo de Jadraque recupera su claustro .

En 1899, el ayuntamiento de Jadraque, lo compró por 305 pesetas.

Félix García Pérez

Guadalajara | 01.04.2022 14:36

El castillo de Jadraque recupera su claustro . | Onda cero

El presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega, ha anunciado la próxima firma de un convenio con el Ayuntamiento de Jadraque para que el castillo de este municipio, uno de los más emblemáticos de la provincia, vuelva a tener en su lugar original los restos restaurados de su antiguo claustro.

A través de dicho convenio, la Diputación destinará a esta inversión 60.000 €. Una cantidad económica que cubrirá el coste de la restauración de los restos ya realizada en la provincia de Palencia y su retorno e instalación en el lugar que ocupaba el claustro dentro del castillo de Jadraque.

El castillo de Jadraque forma un enorme rectángulo, de unos 70 x 18 m de planta, incrementada hacia el sur, por un patio de armas, con lo que su longitud total se acerca a los 100 m.

Ninguna de sus torres sobrepasa actualmente la rasante general de sus muros. Algunos autores han apuntado erróneamente, que el castillo no contaba con torre del Homenaje. Sin embargo, las fotografías aéreas históricas y las recientes excavaciones arqueológicas (dirigidas por Manuel Retuerce Velasco y Germán Prieto), han permitido sacar a la luz la existencia de esa torre principal, que podría ser en origen de planta cuadrada y que en época posterior (indeterminada), se le añadió una proa.

De todas maneras, la torre pudo reformarse o ampliarse a finales del siglo XV, ya que no debemos olvidar su marcado carácter simbólico y la necesidad de dotar a la fortaleza de Jadraque, de la nueva imagen del recién creado señorío del Condado del Cid.

Exteriormente, el castillo tiene cuatro torreones circulares y uno rectangular alamborado. Solo la esquina del sudeste carece de torre de ángulo. Todo el rectángulo, está rodeado por una barrera pétrea que se adapta a las necesidades del terreno y a la forma del recinto interior. Esta adaptación de la barrera, muy frecuente en la fortificación bajomedieval castellana, ha inducido a algunos investigadores a suponer la intervención de Juan Guas, aunque no es un dato determinante.

Todas estas características, así como las terrazas con las que se coronan el adarve, los torreones y la zona residencial que existió en la parte más septentrional, coinciden con la corriente italianizante de la época renacentista, sin perder la majestuosidad de castillo de la Meseta.

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