Cultura

Almudena Serrano aborda en su nuevo libro la historia del Monasterio de la Concepción Francisca de Cuenca

La directora del Archivo Histórico de Cuenca, Almudena Serrano, acaba de publicar un nuevo libro, titulado "El Monasterio de la Concepción Francisca de Cuenca. Documentos para su Historia (1498-1886)".

Onda Cero Cuenca

Cuenca | 02.10.2024 09:35

Tres de los libros de Almudena Serrano, y entre ellos "El Monasterio de la Concepción Francisca de Cuenca" | Onda Cero

Publicación que coincide, este miércoles 2 de octubre, con el 520 aniversario de la llegada de las primeras religiosas al monasterio de la Concepción Francisca de Cuenca, que es el segundo de la Orden de la Inmaculada Concepción fundado en España, tras el de Toledo.

Este convento es uno de los más populares de la ciudad, y también es conocido como el de "las monjillas de la Puerta de Valencia".

Serrano explica que "nunca fue suprimido", salvo en los años de la Guerra civil en que las religiosas se vieron forzadas a abandonar su casa para salvar la vida.

Fue el 24 de septiembre de 1498 cuando se puso por escrito, en Toledo, la decisión de fundar en Cuenca, "donde ay mucha nesçesidad dél", explica Serrano a cuenta de la publicación de este libro.

Documento fundacional | Documento facilitado por Almudena Serrano

Alvar Pérez de Montemayor, canónigo de la iglesia toledana, fue el fundador y primer patrono, añade.

En 1504 se obtuvo la autorización papal y, rápidamente, se facilitó el espacio en el que se ubicaría el convento, en el lugar donde estuvo la ermita de la Santísima Trinidad, de ahí que en los primeros momentos al monasterio se le llamase de la Santísima Trinidad.

Según recuerda la directora del Archivo Histórico Provincial, el fundador otorgó bienes dotales de diferente tipo y, además, retuvo en el patronazgo la facultad de poder nombrar y presentar ocho religiosas sin dote, hecho que ocasionó numerosos pleitos entre las monjas y los patronos durante el siglo XVII y XVIII, por las adversas circunstancias económicas en que se vieron envueltas las monjas, como consecuencia de la crisis económica generalizada que sufría el país.

Esta escasez y penuria se vio agravada por el hecho de las numerosas deudas que se contrajeron por los renteros, que derivaron en dilatados pleitos, que casi nunca cumplían el objetivo del cobro de lo adeudado.

El paso del tiempo necesariamente contribuyó a que se tuviesen que hacer obras y reparos en el edificio, la más importante fue la nueva construcción de la iglesia, en la segunda mitad del siglo XVIII, obra dirigida por José Martín de Aldehuela y otros dos arquitectos.

El siglo XIX llegó con su legislación desamortizadora, aunque, afortunadamente, este convento no estuvo entre los suprimidos, es más, a él llegaron otras comunidades que no corrieron la misma suerte: Carmelitas y Franciscanas de Priego. Otros aspectos de interés para la comunidad se tratan

en esta obra: el uso del agua, el enterramiento de religiosas o su presencia ante notario.

Bien de Interés Cultural

En la actualidad, el monasterio está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, declaración que se realizó mediante el Decreto 161, de 26 de junio de 2001, de la Consejería de Educación y Cultura de Castilla – La Mancha.

Este año, por un acto vandálico, sufrió un incendio y en estos momentos se acometen los trabajos de reforma.