La colaboración ciudadana, así como la información recabada por la Policía Nacional, señalaron un domicilio de Puertollano como lugar en el que se podrían estar distribuyendo estupefacientes, según ha informado la Policía Nacional en nota de prensa.
En esta vivienda y en sus proximidades se había detectado un trasiego inusual y continuo de ciudadanos ajenos al barrio.
Con estos indicios, la Policía Nacional inició una investigación para desmantelar este punto de venta y acabar así con la actividad delictiva que se estaba llevando a cabo en la vivienda y también fuera de ella.
En muchas ocasiones, el varón detenido hacía sus transacciones fuera del domicilio, bien en la calle o bien desplazándose a locales de ocio de la localidad, siempre adoptando fuertes medidas de seguridad para eludir una posible acción policial.
Despues de casi un año de investigación los agentes consiguieron pruebas suficientes y realizaron registros tanto en el domicilio investigado como en el de la residencia habitual de los detenidos, interviniéndose 2,3 kilogramos de hachís, 80 gramos de cocaína en 70 dosis ya preparadas para la venta, además de otros 168 gramos de cocaína en un envoltorio de plástico, algunos cogollos de marihuana, útiles para preparar la droga -dos básculas de precisión y otros utensilios-, así como 1.270 euros en efectivo y un vehículo.