El Grupo de Desarrollo Rural ‘Sierra del Segura’ ha convertido a su territorio en una comarca ‘cardioprotegida’ al dotar a sus doce municipios de desfibriladores semi-automáticos portátiles para poder actuar en casos de infartos que se produzcan en cualquier evento o localización.
El presidente del GDR Sierra del Segura, Federico Moreno, ha explicado que “este proyecto de promoción territorial que se ha llevado a cabo en la programación Leader 2024/2022 es uno de los que nos sentimos más orgullosos puesto que contribuye a salvar vidas”.
En este sentido, apuntaba que “la comarca de la Sierra del Segura tiene multitud de actividades y servicios, pero cuenta con pocos medios de acceso a servicios de emergencias, sobre todo en municipios pequeños, pedanías y aldeas, y estos desfibriladores constituyen una herramienta necesaria y vital para hacer frente a situaciones de emergencia como puede ser una parada cardíaca, donde cada minuto cuenta”.
El proyecto, en el que se han invertido 14.236,20 euros del programa Leader, supone una mayor seguridad en eventos comarcales con grandes aglomeraciones de personas y una forma de garantizar una respuesta rápida y efectiva en caso de paro cardíaco repentino hasta que lleguen los servicios médicos de emergencia, aumentando significativamente las posibilidades de supervivencia de la persona afectada.
Moreno resaltaba que “los desfibriladores son cruciales en el medio rural e incluso pueden contribuir a fijar población al mejorar la percepción de seguridad y bienestar”.
Además de la adquisición de los 12 desfibriladores, el proyecto también incluyó la realización de cursos de formación homologados por la Consejería de Sanidad, que se impartieron en cinco municipios menores de 2.000 habitantes. Concretamente, Férez, Riópar, Aýna, Nerpio y Molinicos, aunque a ellos asistieron personas del resto de pueblos de la comarca, es decir, de Letur, Socovos, Paterna del Madera, Liétor, Bogarra, Yeste y Elche de la Sierra.
Los cursos, que tuvieron una duración de 8 horas de formación teórico-práctica, incluían formación básica en materia de reanimación cardiopulmonar, soporte vital básico y uso de desfibrilador. De las más de 50 personas que asistieron a ellos, lograron la titulación homologada por la administración regional un total de 35.