Ruíz-Mateos tenía que declarar hoy en los juzgados de Palma, como imputado en torno a una presunta estafa de 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles (IGM), sin embargo no se ha presentado y además no ha justificado su ausencia. La juez de refuerzo del juzgado ha decidido fijar una nueva cita para este mes bajo la advertencia de que, si no se presenta, decretará su búsqueda, detención y prsentación en el juzgado, según informan fuentes judiciales .Por el contrario, sí han comparecido ante la jueza varios de sus hijos, contra los que también se dirige la querella que interpuso el Grupo Miralles. En sus declaraciones, habrían atribuido a su padre todas las negociaciones en la compra del hotel al Grupo Miralles, una operación que habría dado lugar a una presunta estafa. Según la querella de IGM, en el marco de la operación los denunciados "avalaron con evidente mala fe" ya que ninguno de ellos "tenía ni tiene activo alguno a su nombre, al menos en España", al tiempo que asevera que los pagos de la compra-venta se fueron abonando hasta que fueron interrumpidos en el verano de 2010. Hasta el momento, se ha satisfecho un total de 10,85 millones de euros por lo que quedarían pendientes de pago 12,81 millones, según la querella, que cifra la estafa en 13,93 millones al sumar intereses y actas de Hacienda.