Seguimos recogiendo testimonios de ucranianos refugiados en Mallorca y de las propias familias que les acogen. Muchos de ellos ya están regularizados, pero su situación compleja no deja de preocupar a los que les acompañan por las dificultades para recuperarse psicológicamente y, por supuesto, también social y económicamente. Todos aspiran a volver a su país de origen tarde o temprano.
Sin embargo, dos meses después de que Rusia dirigiera su primer ataque militar a Ucrania, muchos refugiados pierden la esperanza de poder volver a sus casas y reconstruir el país. Algunos ya desde Mallorca nos cuentan que la adaptación está siendo difícil.
Desde la Asociación de Familias Ucranianas de Mallorca agradecen la ayuda y muestras de solidaridad en los últimos dos meses, pero recuerdan que ahora los refugiados acogidos en las islas necesitan comida y productos de limpieza hasta que consigan independizarse. Nos lo ha contado Anastasia, una ucraniana que tiene a gente acogida en su casa y familiares refugiados alojados en alguno de los hoteles que gestiona Cruz Roja en Baleares. Necesitan comida para las entre-horas y merienda para los niños que están aquí con sus madres y abuelas.
Los ucranianos residentes reciben las donaciones para los refugiados llegados a Mallorca en un local situado en la calle Francisco Sancho, número 7 de Palma. Sigue operativo también el antiguo parque de bomberos de Palma gestionado por Asima, convertido en almacén, para la ayuda a Ucrania.