1-0. Marcos de la Espada da los tres puntos al Nàstic
El Nou Estadi sigue siendo un fortín en este esperanzador inicio de campeonato para el Gimnàstic de Tarragona, que esta vez se impuso por 1-0 al Mallorca del Chapi Ferrer, que se queda con cuatro puntos de quince posibles.
El Nou Estadi sigue siendo un fortín en este esperanzador inicio de campeonato para el Gimnàstic de Tarragona, que esta vez se impuso por 1-0 al Mallorca del Chapi Ferrer, que se queda con cuatro puntos de quince posibles.
Tercera derrota consecutiva a domicilio de los baleares y segunda victoria del Nàstic en casa que le sitúa segundo en la tabla al termino de la jornada. La derrota en Elche ya es agua pasada para los de Vicente Moreno.
Empezó el partido con intercambio de golpes. El Nàstic, en busca de mejorar la imagen ofrecida ante el Elche, se mostró eléctrico en los primeros compases. El Mallorca, necesitado de puntos, no quiso ser menos y con Acuña y Bianchi en punta aprovechaba las facilidades de la zaga local para llegar al área defendida por Manolo Reina.
Las defensas, descolocadas en ambos conjuntos, regalaban a los espectadores un partido ofensivo sin goles, pero con emociones a raudales. Se cansó Acuña de rematar a portería, siempre con un defensa o con las intervenciones de Reina para desbaratar cualquier opción de gol.
En cambio, Emaná y Jean Luc mostraban su calidad para crear jugadas de peligro siempre mal resueltas por algún compañero. Todo indicaba que se llegaría al descanso con tablas en el marcador y más cuando se instauró una tregua ofensiva en los diez últimos minutos, pero Marcos de la Espada marcó su segundo gol en esta Liga al rematar un centro preciso de Mossa en el minuto 41.
Se reanudó el partido en el segundo acto con las mismas imprecisiones en defensa que en los primeros 45 minutos.
El Mallorca buscó el empate y se adueñó tímidamente del balón ante un Nàstic que se mostró cómodo esperando sus opciones de sentenciar al contragolpe o en alguna perdida de la zaga visitante.
Acuña, extenuado, dejó su sitio a Coro para dotar de más ideas en los últimos metros al equipo balear y Aveldaño, abandonó el encuentro para dar entrada a Moutinho en una opción desesperada en busca del empate.
Se colocó correctamente el equipo de Vicente Moreno en su campo y Arel entró para reforzar el pivote defensivo. Trabajo táctico con algunas fisuras que el Mallorca no supo o no pudo encontrar en el tramo final del partido.
El árbitro añadió seis minutos para desesperación de la afición local, pero no se movió el marcador y el Nàstic consiguió su segunda victoria en casa por la mínima y sin recibir gol.