Según ha informado la Benemérita en un comunicado, han imputado además al propietario y a un empleado de una tienda de informática en Santa Ponça que, a juicio de la Guardia Civil, "podrían estar dedicándose a receptar el género sustraído por el detenido", al hallar en el comercio 100 móviles, 60 portátiles y varias tabletas de los que los encargados "no pudieron demostrar su legítima procedencia".
Así pues, señalan que el hombre detenido se hacía pasar por turista alojado en los hoteles para, después, "violentar" las puertas de habitaciones desocupadas y "apoderarse de los objetos de valor que había en el interior".
En el momento de su detención, los agentes intervinieron varios relojes, teléfonos móviles, efectos electrónicos y 500 euros en efectivo, todo procedente de los últimos robos que había cometido en Santa Ponça.