El director general del Servicio de Salud de Baleares (IbSalut), Javier Ureña, ha defendido este lunes su apuesta por la anulación del contrato de 3,7 millones que pagó el Govern de Francina Armengol a Soluciones de Gestión, la empresa de la 'trama Koldo', por el millón y medio de mascarillas que le compró en 2020 y ha apuntado que los propios ex altos cargos del anterior Ejecutivo socialista están dejando "sin sentido" la primera reclamación parcial que presentaron y de la que el equipo de Marga Prohens decidió desistir. Así lo ha dicho durante su intervención inicial ante la comisión del Congreso que investiga los contratos de emergencia para la compra de material sanitario en pandemia.
Ureña ha explicado que durante el traspaso de poderes tras la llegada del PP al Govern autonómico en 2023, nadie les informó de que se había abierto un expediente para reclamar a Soluciones de Gestión 2,6 millones de euros por haber recibido mascarillas de inferior calidad a las que se contrataron, pues se habían pedido FFP2 pero les mandaron KN95, que consideraron "equivalentes a quirúrgicas".
El actual Govern balear toma esa decisión tras constatar que existe un "vicio de nulidad" en "la perfección" del contrato con Soluciones de Gestión puesto que el objeto social no se ajusta a la compra y "parece que la empresa carece de objeto social, solvencia técnica y solvencia financiera para asumir un contrato como el que se le adjudicó".
Además, ha destacado que ahora, ex altos cargos del Govern de Armengol, están declarando en esta y en otras comisiones que las mascarillas "sí que eran KN95 y perfectamente válidas", lo que, desde su punto de vista "deja aquella reclamación en algo así como un sinsentido" y "sin ninguna posibilidad de prosperar".