La economía de Baleares crece un 15,4% pero se enfrenta a la incertidumbre de la inflación, ómicron y la sexta ola
Datos del informe de 'Evolución Económica' correspondiente al tercer trimestre de 2021.
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) ha publicado este jueves el informe de 'Evolución Económica' correspondiente al tercer trimestre de 2021, que resalta un crecimiento de la economía de las Islas de un 15,4% aunque sujeta a la incertidumbre futura derivada de la inflación, la sexta ola y la expansión de la variante ómicron.
La presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha resaltado en una rueda de prensa la continuidad del proceso de recuperación y reactivación, aunque de manera moderada, respecto a meses anteriores.
Planas ha destacado que el crecimiento de Baleares es superior al del resto del país aunque ha expresado su preocupación por el posible impacto de la sexta ola.
Sin embargo, a las puertas de la Navidad ha expresado su confianza en que con más vacunación y menos restricciones externas, más allá del empleo del Certificado Covid, el impacto en la economía sea menor que el de oleadas anteriores.
LA ECONOMÍA CUENTA CON EL TURISMO
Según los datos del informe, la economía balear ha dado continuidad durante el tercer trimestre al proceso de recuperación de la actividad en las distintas esferas productivas.
Desde esta perspectiva, el valor añadido de los servicios ha mantenido su evolución en terreno positivo con un crecimiento real de 17,5%, tasa que modera la del trimestre anterior (28%) aunque todavía por debajo de los niveles prepandemia.
En términos de temporada turística, Ibiza y Formentera han tenido el mejor comportamiento entre los meses de julio y septiembre aunque, según han apuntado, no ha sido suficiente para evitar que se mantengan, un trimestre más, como las más alejadas de los niveles de actividad previos a la pandemia (-18,2%), por encima de la de Mallorca (-15,6%) y, principalmente, de Menorca (-14,8%).
Desde el lado de la oferta, el mejor comportamiento de la economía pitiusa durante el tercer trimestre se ha fraguado desde todos los sectores de actividad, si bien ha sido el ámbito de los servicios desde dónde se ha realizado una mayor contribución al mejor desempeño de Ibiza y Formentera en comparación con el resto de las islas.
No en vano, el sector servicios ha sido capaz de generar empleo en las Pitiusas a un ritmo significativamente superior al de Menorca y Mallorca favorecido, especialmente, por el mejor comportamiento relativo observado en los segmentos del alojamiento, las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento.
Respecto a 2020, Ibiza y Formentera presentan aumentos de visitantes y gasto de hasta un 168% y un 200%, respectivamente.
INDUSTRIA Y CONSTRUCCIÓN
Según el informe presentado este jueves en la sede de CAEB, la industria ha mantenido la recuperación de la mayoría de sus principales indicadores de actividad, con un valor añadido que ha rebajado su crecimiento interanual al 8,1% durante el tercer cuarto del año, frente al -16,3% del segundo trimestre.
El secundario de las Islas ha conseguido, así, en el tercer cuarto del año, reducir el 'gap' respecto del valor añadido prepandemia por debajo de los diez puntos porcentuales.
La construcción ha puesto de manifiesto durante el tercer trimestre una tendencia a la moderación en su senda de crecimiento con un valor añadido bruto que ha revelado un avance real del 2,2%, tasa que contrasta con el repunte que había anotado en el trimestre anterior (20,5%) y que, como consecuencia, ha ampliado ligeramente el 'gap' respecto al valor añadido bruto prepandemia (-7,2% vs -4,2%).
En conjunto, los registros de trabajadores afiliados a la Seguridad Social han arrojado durante el tercer trimestre el primer avance interanual en terreno positivo (7,6% frente a un -1,7% en el segundo trimestre) tendencia que en septiembre ha alcanzado un volumen de efectivos en activo equivalente al 94,3% del nivel de dos años atrás.
AVANZAN EL CONSUMO Y LA INVERSIÓN
La demanda agregada de las islas ha contado durante el tercer trimestre con la aportación de la demanda externa, básicamente fundamentada en la favorable evolución, dadas las circunstancias, de las exportaciones de servicios turísticos.
Este balance ha repercutido, en parte, en la recuperación de los principales componentes de la demanda interna, como son el consumo y la inversión.
Principalmente, el gasto de las familias ha tendido a evolucionar al alza, de acuerdo con la minoración de restricciones y el retorno a buena parte de los hábitos sociales, aun conviviendo con la gestación de nuevas presiones inflacionistas.
El consumo privado ha vuelto a crecer (15,9%) por segundo trimestre consecutivo y ha confirmado que la recuperación del ciclo económico está bien anclada, aunque no exenta de riesgos.
La inversión ha continuado durante el tercer trimestre sumando puntos porcentuales al crecimiento del agregado, si bien, tras el rebote experimentado el trimestre anterior, ha ralentizado la senda expansiva hasta anotar un avance real del 7,3% frente al 22,7% del segundo trimestre.
Desde CAEB han alertado de que la desaceleración del pulso inversor encuentra su principal razón de ser en la debilidad de las expectativas empresariales.
Por tanto, a pesar de que el ciclo económico empieza a ganar tracción y los beneficios empresariales continúan mejorando, los planes de inversión se siguen posponiendo, mientras se prioriza la gestión de los efectos derivados de la crisis y se teme por la materialización de riesgos de "segunda línea", como una subida de impuestos o un retraso en la asignación de la inversión pública ligada a la ejecución de los fondos derivados del programa Next Generation UE.
PREVISIONES PARA CERRAR EL AÑO
Cerrado el tercer trimestre y, con este, la fracción del año en el que Baleares sitúa, habitualmente, la mayor parte de su actividad, el reto descansa, según el informe, en la fuerza con la que se va a cerrar el año.
Según han señalado, lo cierto es que los riesgos que subyacen a esta cuestión, aun siendo de índole puramente económica, se ciñen totalmente a las singularidades de la pandemia, lo que dificulta anticipar con exactitud cuándo desaparecerán.
De hecho, la entrada en escena de la variante ómicron en los últimos compases del ejercicio ya ha dado por confirmada una sexta ola que obliga a abordar la campaña de Navidad de manera distinta.