La Audiencia reanuda este miércoles el mayor juicio contra el narcotráfico en Baleares, con 55 acusados
Los inculpados se enfrentan a una petición global de más de 690 años de prisión y a un total de 29,4 millones de euros de multa.
La Audiencia Provincial de Palma reanudará este miércoles, a partir de las 9.00 horas, el mayor juicio contra el narcotráfico en Baleares, en el que 55 acusados se enfrentan a una petición total de 690 años de prisión y 29,4 millones de euros de multa. Ante el gran número de inculpados y partes personadas, la vista oral tiene lugar en una sala cedida por el Govern al Tribunal de Justicia de Baleares (TSJIB), en el Polígono Son Rossinyol de Palma.
El juicio del denominado caso Kabul arrancó el pasado 14 de enero con la fase de cuestiones previas, en la que las defensas solicitaron la nulidad del auto inicial del proceso, al alegar su "absoluta falta de motivación" así como la vulneración del derecho fundamental al secreto en las comunicaciones. Frente a ello, la Fiscalía manifestó que las pesquisas que dieron pie a la apertura de este procedimiento no se sustentaron "en el vacío" y que ya entonces había sentencias que ponían de manifiesto que los actuales acusados "habían estado vinculados mucho tiempo a la venta de estupefacientes".
En concreto, los procesados, que comenzarán a declarar desde este miércoles, se sientan en el banquillo por presuntamente introducir en Mallorca e Ibiza ingentes cantidades de cocaína, heroína y cannabis para su distribución a diferentes organizaciones.
Entre los reos se encuentra Francisca Cortés 'La Paca', matriarca del principal clan de narcotraficantes del poblado de Son Banya, así como el resto de miembros de varias seis bandas dedicadas a la distribución y venta de drogas en pequeñas cantidades, y cuya existencia fue constatada tras una larga investigación policial con múltiples intervenciones judiciales de las comunicaciones de los numerosos procesados.
En concreto, en el caso de 'La Paca' el Ministerio Público solicita 19 años y medio de prisión y una multa de 900.000 euros por un delito contra la salud pública y dos de receptación. Se da la circunstancia de que la matriarca cumple condena en el centro penitenciario de Palma por el llamado caso Son Banya, en el que fue sentenciada a 22 años y tres meses de cárcel por cuatro delitos de detención ilegal, uno de blanqueo de capitales, cohecho, amenazas y otro de inducción al falso testimonio.
La Fiscalía, en un extenso escrito de calificación provisional, postula que fue desde octubre de 2007 hasta la detención de los procesados la Guardia Civil detectó la existencia de varios grupos organizados que introducían los estupefacientes en las islas, entre los cuales se encontraba el clan de 'La Paca', constituido durante los últimos años en la mayor y más eficiente organización destinada a la venta y distribución de cocaína, heroína y resina de cannabis en Mallorca.
Para su actividad ilegal, sostiene la acusación pública, los miembros de este grupo utilizaban diversas viviendas y locales de Son Banya, donde de forma continuada, día y noche, venden las sustancias estupefacientes. En algunas ocasiones, según el escrito de acusación, de forma directa pero frecuentemente empleando a personas, muchas de ellas de origen sudamericano, que por una remuneración económica se dedican a suministrar la droga a los compradores que se trasladan hasta el poblado palmesano.
Tal y como precisa el fiscal, se trata de una organización que lleva más de una década en funcionamiento y que está vertebrada sobre los vínculos familiares de los principales integrantes y está dirigida por 'La Paca' así como por su hermano Isidro Cortés 'El Moreno', también procesado. Así las cosas, el grupo recibe los estupefacientes al por mayor al menos por tres de las organizaciones investigadas en el marco de esta causa para su distribución y venta a terceros.
Todo ello con la participación de al menos una veintena de personas, la mayoría de ellas familiares de 'La Paca': entre ellas se encuentran otro de los hermanos de 'La Paca', Juan Cortés 'El Loco'; su hija Manuela Fernández 'La Guapi'; su sobrino Francisco Cortés 'El Ico'; otro hijo de la matriarca, Juan Diego Fernández 'Sansito', y la esposa de 'El Moreno', Rosario Vargas.
Entre los integrantes del clan, varios de ellos estaban contratados para, en turnos, realizar ventas a terceros de cocaína, heroína y hachís en distintos puntos de Son Banya controlados por la organización a cambio de una remuneración.
OTRAS ORGANIZACIONES INVESTIGADAS
Junto a la anterior banda, la Fiscalía hace referencia asimismo a la labor que llevaba a cabo la llamada 'Organización Kike', controlada por Enrique Molina, quien desde Barcelona presuntamente organizaba el transporte de grandes cantidades de cocaína y heroína cuyos destinatarios principales eran el 'Clan de La Paca' así como diversos miembros del 'Clan del Joaquín' y del 'Clan de los Valencianos', con gran implantación y actividad en Son Banya.
Asimismo, otro de los grupos investigados es el 'del Dani' -por la coordinación de Daniel Rodríguez-, también conocido como 'Chupi' -a raíz del papel predominante de Jesús Vázquez-, que también desde Barcelona se encargaba de introducir en Mallorca e Ibiza los estupefacientes. Otras organizaciones eran la 'del Pony' -uno de los miembros más activos era José Bayona 'El Pony'-; la llamada 'Moi' -el jefe era Cándido Fernández 'Moisés'- y 'Samara' -integrada por Luis Rodríguez 'Luis de Samara'-.
LA OPERACIÓN KABUL, INICIADA EN OCTUBRE DE 2007
Cabe recordar que la operación Kabul, que se inició en octubre de 2007 y fue desarrollada tanto en Son Banya como a las afueras de Palma y otras localidades de la isla, supuso el corte de los accesos al poblado durante varios fines de semana seguidos y se saldó con la incautación de ocho kilos de cocaína y tres de heroína, de los que se recuperaron dos kilos de la primera y unos 750 gramos de la segunda.
En total, participaron unos 200 agentes, 75 de los cuales procedentes de la Península, quienes realizaron un total de 36 registros domiciliarios. A lo largo del intenso operativo se incautaron de unos 600.000 euros en metálico, además de 30 caballos, unos 500 gallos que se preveía usar en peleas, una importante cantidad de joyas, documentos y siete coches de gama alta, así como una pistola y dos escopetas. También se encontraron animales exóticos, como loros y monos, y una plantación de marihuana.