Vulnerables en epidemia

Los mecanismos de protección social no están siendo eficientes para los hogares vulnerables, afirma Cáritas

La organización humanitaria cifra en 2.151 los hogares que acudieron por primera vez a ellos, casi la mitad en durante el confinamiento domiciliario y la desescalada de primavera de 2020

Arturo Téllez

Oviedo | 25.03.2021 13:21

Los mecanismos de protección social no están siendo eficientes para los hogares vulnerables, afirma Cáritas | ondacero.es

Radiografía de la necesidad

Cáritas Diocesana ha presentado su informe de atención a personas en 2020, muy condicionado por la epidemia. 2.151 hogares acudieron por primera vez a sus servicios, el 47% acudieron durante los meses de abril, mayo y junio, es decir, asfixiados durante el confinamiento domiciliario y la desescalada. Los hogares monoparentales encabezados por mujeres y los hogares con personas migrantes son los más expuestos a las consecuencias de la crisis.

Según ha explicado la responsable de análisis de Cáritas Pilar Díaz-Cano "los mecanismos de protección social no están siendo del todo eficientes en los hogares más vulnerables". La organización de la Iglesias católica afirma que se están produciendo dinámicas de pobreza y exclusión social que provocan que las familias se vean obligadas a buscar apoyos de urgencia.

El secretario general de Cáritas ha resaltado que el ingreso mínimo vital no está sirviendo para atender, como se esperaba, el aluvión de necesidades. Es especialmente llamativa la petición de ayuda de los hogares de una pareja con hijos (26%), seguidos de los hogares monoparentales (21%) y unipersonales (21%).

La directora de Cáritas Aurora García ha resaltado el valor de "comunidad" para atender a los que los están pasando mal en esta crisis. En ese aspecto, 769 personas se convirtieron en nuevas colaboradoras económicas, llegaron 409.000 euros en donativos y se sumaron 138 voluntarios al trabajo de esta organización.

Fuerte presencia de migrantes y refugiados

Estos colectivos suponen el 50,3% del total de hogares atentidos el año pasado. En este aspecto, uno de cada cinco estaba formado por personas procedentes de Venezuela. En nombre de ellos, Yadira Portillo explicó su experiencia de acompañamiento durante estos meses. Esta ciudadana venezolana ha relatado con emoción las penurias vividas en su país: "teníamos que llevar bolas de algodón a los centros sanitarios, hay que pagar para moverse con seguridad por la ciudad, los precios varían durante el día después horas de cola y nunca más de un objeto por cada artículo", explicaba.