Quejas vecinales

Los vecinos de San Lorenzo piden rebajar el nivel de ruido

La asociación vecinal pide soluciones para que el verano que llega no suponga un suplicio para los habitantes de la zona. Los vecinos dicen sentirse desamparados ante la completa ausencia policial y lamentan que el alcalde mire hacia otro lado.

Redacción

Huesca | 10.04.2023 14:58

Los vecinos de San Lorenzo piden rebajar el nivel de ruido | Google Earth

Desde la Asociación de Vecinos del Barrio de San Lorenzo, han trasladado al Ayuntamiento de Huesca la necesidad de tomar medidas para reducir el nivel de ruido en la zona antigua del barrio, producido por el ocio nocturno y las terrazas y que ha crecido enormemente desde la pandemia. Los vecinos y vecinas del barrio están temiendo un verano como el pasado, que, con altas temperaturas y el alto nivel de ruido, supuso un enorme sufrimiento y la imposibilidad de llevar una vida normal en sus viviendas.

Denuncian que lo que sucede en esta zona de la ciudad, no es admisible, ya que se somete a los vecinos “a una auténtica tortura diaria, sufriendo muchas de ellas serios problemas de salud”. El altísimo nivel de ruido impide descansar, abrir ventanas, teletrabajar, mantener una conversación en tono normal o ver una película. Insisten en que “esa es la realidad hoy, en muchas viviendas. Y no solamente el fin de semana, sino diariamente y en un amplio horario”.

Este tema está tomando una dimensión cada vez mayor, que está afectando seriamente a la salud de los vecinos y vecinas de la zona y que está dando lugar también a otras consecuencias como un mayor deterioro del barrio, peleas, intimidación al vecindario, vandalismo y una cada vez mayor dejadez y abandono de las calles que son núcleo del ocio nocturno, donde ya hay más ruinas y solares que casas habitables. A ello contribuye en su opinión un nivel de ruido creciente, horarios de apertura del ocio nocturno hasta las 7 de la mañana, sumatorio de ruido por las terrazas desde el mediodía, la tarde y la noche con el ruido del ocio nocturno, con niveles por encima de los 65 decibelios durante más de 12 horas consecutivas.

Los vecinos aseguran sentirse indefensos ante la completa ausencia de policía. La situación ha sido trasladada al alcalde a través de diferentes escritos. Asimismo también se le solicitó una reunión que no se ha producido. Sí tuvo lugar una reunión con los concejales de las áreas de Participación Ciudadana y Seguridad Ciudadana, pero tras cuatro meses no han recibido respuesta alguna. Los vecinos insisten en que todas sus peticiones aparecen recogidas en las ordenanzas municipales, por lo que piden al Ayuntamiento que cumpla con su deber de control y aplique la normativa vigente. Lamentan que Luis Felipe se niegue a encarar este tema y haya dado la callada por respuesta. Por ello, la asociación está estudiando actualmente el tipo de medidas legales que puede tomar frente a la dejadez municipal ante el delito medioambiental que supone someter a la población a los actuales niveles sonoros que sufren muchas personas de este barrio.

Además, desde la Asociación animan a la ciudadanía a mirar este barrio como el espacio céntrico, emblemático, histórico que es, cuyos vecinos y vecinas mantienen los edificios en pie, en condiciones que permiten acoger el comercio, la hostelería, que este sea un espacio activo y también lúdico para toda ciudadanía, y nos ayuden a mantenerlo vivo y a que no desaparezca como lugar habitado y visitable, pues esta es una cuestión que afecta a toda la ciudad.