Los sindicatos recuerdan que la pandemia ha destruido unos 200 millones de empleos en el mundo, especialmente de mujeres, y ha contribuido a la precarización de muchos sectores, como el de los repartidores de plataformas digitales.
Los líderes de Comisiones Obreras y UGT en Aragón, Manuel Pina y Daniel Alastuey, han exigido que la recuperación económica sea justa para la clase trabajadora, con subidas salariales y una regulación que frene la precariedad.
Al margen del ámbito laboral, los sindicatos también proponen crear una empresa pública de energía que permita atajar la escalada de precios y son partidarios de una nueva ley de vivienda que intervenga el mercado.
El Día del Trabajo Decente se celebra desde el año 2008, cuando la crisis económica supuso la quiebra de numerosas entidades financieras y la falta de liquidez de las empresas arrasó con miles de empleos.
Se entiende por "trabajo decente" el que ofrece oportunidades para que hombres y mujeres puedan desempeñar un trabajo productivo en condiciones de libertad, seguridad, equidad y dignidad, en el que los derechos son protegidos y que cuenta con una remuneración adecuada y protección social.