El Tribunal de Contratos Públicos de Aragón ha paralizado el proyecto de construcción del nuevo campo de fútbol. Ha estimado el recurso interpuesto por Podemos, que cuestionaba la fórmula de derecho de superficie elegida para la construcción y explotación del estadio. Esto implica tumbar los pliegos del contrato y tener que volver a iniciar el proceso. El consistorio valorará si recurre ante el Tribunal Superior de Justicia.
Este varapalo compromete que Zaragoza pueda cumplir los plazos para ser sede de la candidatura del mundial de fútbol de 2030, que tendría un impacto económico de más de 300 millones de euros en la ciudad. El consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, descarta errores en la tramitación del proyecto y arremete contra la izquierda. Cree que estamos ante una estrategia de bloqueo liderada por Javier Lambán. Asegura que, pese a esta “zancadilla”, que provoca un “daño irreparable” a las aspiraciones de los zaragocistas, el nuevo campo de fútbol se acabará construyendo.
En rueda de prensa, la portavoz del PSOE, Lola Ranera, ha recordado que los socialistas siempre dijeron que no recurrirían judicialmente el proyecto del nuevo campo. Ha dejado claro que la culpa de esta situación no la tiene ni Podemos ni ningún otro partido, ni el TACPA, si no "la chapuza" de Víctor Serrano, por lo que pide a la alcaldesa, Natalia Chueca, que le cese y que dé explicaciones.