El servicio Ecoprovincia de la DPZ ya recicla la basura de nuestros pueblos
Cada año va a gestionar unas 76.000 toneladas de residuos que hasta ahora se enterraban directamente y que gracias a Ecoprovincia se llevan a Zaragoza para tratarlos y reutilizarlos.
La Diputación de Zaragoza acaba de poner en marcha el servicio Ecoprovincia, que a partir de ahora va a completar el reciclaje de 245 municipios zaragozanos permitiéndoles separar y reutilizar la basura que depositan en el contenedor verde. Después de cinco años de obras y tramitaciones, esta semana se pone en funcionamiento la cuarta de las seis plantas de transferencia con las que la DPZ va a gestionar unas 76.000 toneladas de residuos cada año.
Hasta ahora, todos esos deshechos se enterraban directamente en un vertedero. Sin embargo, gracias al servicio Ecoprovincia se transportan en camiones hasta el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ) para reciclar los materiales que aún tienen una segunda vida. Además, en el CTRUZ la basura que puede valorizarse se usa para producir biogás, compost, energía eléctrica…
Ya están operativas las plantas de transferencia de Ejea de los Caballeros, La Almunia de Doña Godina y Quinto, a las que esta semana se suma la de Calatayud. Además, en los próximos días se pondrá en marcha la planta de Borja. Será entonces cuando Ecoprovincia alcance el 100% de su capacidad dando servicio a una población de más de 195.000 personas tras una inversión de 24 millones de euros financiada íntegramente por la Diputación de Zaragoza.
¿Qué es Ecoprovincia?
Ecoprovincia es un servicio público creado por la Diputación de Zaragoza para que todos los municipios zaragozanos puedan reciclar la basura del contenedor verde llevándola al CTRUZ y dejen así de enterrarla sin ningún tratamiento previo.
Para hacerlo posible, la DPZ ha construido seis plantas de transferencia en las que se recibe y se compacta la basura antes de su transporte en camiones hasta el CTRUZ. La última de esas plantas, la de Alagón, todavía está en obras, pero está previsto terminarla en junio y mientras tanto los residuos de esa zona de la provincia se llevarán temporalmente a la planta de Borja.
La Diputación de Zaragoza ha adjudicado la gestión de las plantas y el transporte de los residuos a la empresa Actúa Servicios y Medio Ambiente S. L. Cuando estén en marcha todas las plantas, Ecoprovincia contará con 7 cabezas tractoras y 19 semirremolques estancos de 24 toneladas y empleará a 25 personas, entre conductores y operarios.
El nuevo servicio dispone de un sistema informático de gestión que permite la integración y el seguimiento de todos los elementos incorporados al sistema garantizando la trazabilidad de los residuos. Por un lado, se registran todos los datos de los camiones de basura que llegan a las plantas de transferencia: toneladas que transportan, hora, fecha, matricula, conductor...
Por otro, también incorpora los datos de los camiones que llevan los residuos hasta el CTRUZ. Tanto las cabezas tractoras como los semirremolques cuentan con equipos embarcados que permiten el seguimiento en tiempo real de las rutas, las distancias recorridas, los tiempos…
¿Cómo funciona?
- Recogida. La recogida domiciliaria se sigue haciendo como hasta ahora según el modelo implantado en cada comarca.
- Compactación. La basura del contenedor verde se lleva a seis plantas de transferencia construidas en Alagón, Borja, Calatayud, Ejea, La Almunia y Quinto. Allí se compacta para que ocupe el menor volumen posible.
- Transporte a Zaragoza. Una vez compactados, los residuos se transportan hasta el CTRUZ en camiones estancos de 24 toneladas.
- Tratamiento. Ya en el CTRUZ, la basura que todavía puede aprovecharse se separa para ser reutilizada y los materiales que pueden valorizarse se usan para producir biogás, compost, energía eléctrica, etc.
¿Quién lo paga?
La Diputación de Zaragoza paga tanto la construcción de las plantas (6 millones de euros) como el transporte de los residuos hasta el CTRUZ (18 millones en 10 años). Los ayuntamientos solo tienen que asumir la diferencia entre la tasa por usar el CTRUZ y la que pagaban por enterrar su basura en un vertedero.