El PP y el PSOE se han enfrentado en comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza por las obras del nuevo campo de fútbol. El socialista Horacio Royo, cree que el coste podría alcanzar los 200 millones de euros y duda de la viabilidad de la operación, a la que no se ha sumado ninguna entidad financiera. El edil estima que las demoliciones costarán unos 20 millones de euros, porque solo el primer pack (gerencia de urbanismo, edificio cubo y grada Sur) se adjudica por unos 3 millones.
Royo considera que estamos ante “una operación de mucho riesgo para la ciudad”. “El estadio se irá por encima de los 210 millones sin contar con el campo provisional”, ha dicho en referencia al estadio portátil que podría instalarse en el Parking Norte de la Expo para acoger los partidos que no se puedan jugar por las obras en Romareda. “Le estoy advirtiendo de que tomar estas decisiones con este nivel de opacidad puede comprometer la estabilidad financiera en los próximos años”. Asegura que, respecto a lo previsto en el anteproyecto, en el coste total se ha producido un desvío de unos 40 millones de euros.
El consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, niega ese desvío. Explica que en el anteproyecto el coste era de 140 millones más IVA, y ahora en el proyecto básico, ha aumentado a 148 millones más IVA. La sociedad Nueva Romareda, formada por el Real Zaragoza, Gobierno de Aragón y consistorio - abierta a nuevas incorporaciones - se encargará de financiar y ejecutar la obra. El consejero acusa al PSOE de intentar torpedear a toda costa el nuevo estadio, pese a que los ciudadanos lo demandan desde hace años. “Le digo que la financiación del proyecto, pese a a sus insidias, goza de muy buena salud”, dice Serrano en contestación a Royo. “Y todavía gozará de mejor salud próximamente. Y ese próximamente tiene mucho que ver con el rigor con el que se ha trabajado. Ustedes los socialistas cuando hablan de la Romareda no son de fiar y la ciudadanía lo sabe”, concluye.