“El páramo” se estrena el 6 de enero
La ópera prima de David Casademunt se grabó en Blancas y las lagunas del Cañizar y Gallocanta. Una veintena de empresas proveedoras del territorio prestaron sus servicios durante el rodaje.
El largometraje “El Páramo”, ópera prima de David Casademunt rodada en la provincia de Teruel, se estrena el próximo 6 de enero en Netflix. Está protagonizada por Inma Cuesta, Roberto Álamo y Asier Flores y tiene como escenario la localidad de Blancas y las lagunas del Cañizar, en Villarquemado, y Gallocanta, en Bello. Narra la tranquila vida de una familia del siglo XIX que vive aislada de la sociedad en una casa de campo, donde recibe la visita de un ser malvado que se alimenta del miedo.
Esta película de terror comenzó a grabarse a principios del mes de febrero de 2021, aunque la búsqueda de localizaciones empezó en octubre de 2020 con el asesoramiento de Provincia de Teruel Film Commission, el servicio de atención a rodajes de la Diputación de Teruel, y la ayuda logística de la Film Lonely Lands de la Comarca del Jiloca.
El rodaje de la película supuso un importante estímulo económico desde que comenzaran los primeros trabajos de creación de decorados. Varios profesionales locales del sector audiovisual y una veintena de empresas proveedoras del territorio prestaron sus servicios, sorprendiendo positivamente a los responsables de la producción por su eficacia e implicación, con especial énfasis en los servicios hosteleros, que acogieron a las más de 100 personas movilizadas.
En este sentido se ha pronunciado el presidente de la DPT, Manuel Rando, quien ha destacado los “sendos beneficios que esta película ha dejado en la actividad económica de las zonas donde se ha rodado”. Asimismo ha recordado que la institución provincial va a invertir 420.000 euros más con fondos propios y del FITE en una industria “que genera actividad económica a la provincia, beneficia, entre otras cosas, al turismo, y da nombre a Teruel”, ha dicho.
El presidente también ha hecho referencia a los aspectos que destacan los productores que visitan la provincia, “ven que las administraciones estamos dispuestas a facilitar, nos hicimos con altas tecnologías y equipamiento para aportar a los rodajes y tenemos parajes únicos, singulares, y de una gran variedad”.
Diego Piñeiro, diputado de Cultura y Turismo, ha dicho que se trata de “una de las producciones más importantes que se ha grabado en la provincia”. El diputado también ha destacado el impacto positivo que tuvo la producción, “ya que estuvieron trabajando casi 3 meses”, ha precisado.
El diputado ha manifestado la intención de la institución provincial por fortalecer esta línea de trabajo “para que cada vez haya más gente que se dedique al audiovisual en la provincia y sean más las empresas de servicio que se beneficien de estas producciones cuando vienen a grabar”. Asimismo ha animado a los turolenses a disfrutar de la película, “que hace de escaparate de los grandes paisajes de nuestro territorio”.
El interés y la coordinación mostrado desde el servicio de la Diputación de Teruel y otras instituciones públicas turolenses fue fundamental para el desarrollo de la producción, facilitando la búsqueda de las localizaciones, los permisos para los rodajes y la utilización por parte de la productora de diferentes servicios e infraestructuras públicas.
La disposición de las comarcas del Jiloca y Comunidad de Daroca a través de su Film Office y los ayuntamientos de Blancas, Villarquemado, Calamocha, Bello, Monreal del Campo, Tornos, Villafranca del Campo así como el trabajo de otras entidades como el INAGA, el Servicio Provincial de Medio Ambiente o la gerencia de la reserva de la Laguna de Gallocanta, generaron el clima idóneo para la producción.
El páramo de Blancas
La casa de campo donde ocurren los hechos se ubica en lo que realmente es una paridera del páramo de Blancas, una localización que supone un elemento fundamental para adentrarse en la historia, tal y como destacaron los productores de la cinta Joaquín Padró, Mar Targarona y Marina Padró. La búsqueda de la misma supuso un trabajo muy intenso junto con el localizador, Jaume Jordana (El Practicante, La Trilogía del Baztán, Merlí…).
La estructura, casi en ruinas, fue modificada y convertida en el principal set de exteriores de la película. Varios profesionales locales tuvieron la oportunidad de estar a las órdenes del veterano director de arte Balter Gallart, quien ya conocía la provincia por su trabajo en la película “En brazos de la mujer madura”, de Rafael Azcona.
Todavía hoy, es posible ver ese escenario casi en el estado en el que estaba durante el rodaje. El presidente de la DPT y el diputado de Turismo y delegado de la Film Commission, Manuel Rando y Diego Piñeiro, lo visitaron junto a representantes de las otras instituciones implicadas y miembros del equipo de producción de la película. Uno de los objetivos de la institución provincial es que los espacios en los que se han rodado películas se conviertan también en destino de viajes y experiencias.
La Laguna de Gallocanta y las áreas cercanas a la misma, junto a la Laguna del Cañizar de Villarquemado, también quedan retratadas en este film ‘aterrador’ con alma de western de época.
Según los jóvenes coguionistas Fran Menchón y Martí Lucas, quienes han escrito este guion junto al director David Casademunt, es “una historia de supervivencia en una tierra dura y con mucha personalidad, siendo el paisaje un personaje protagonista”. Tanto es así que la película, inicialmente titulada ‘La Bestia’, ha pasado a denominarse ‘El Páramo’.
La cinta, con una duración de una hora y 32 minutos, está producida por Rodar y rodar y participó en la Sección Oficial Fantàstic en competición del Festival de Cine de Cataluña, la 54ª edición del Sitges (Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Calatuña).