En Aragón y en toda España, este viernes entra en vigor la Ley que despenaliza la Eutanasia en casos de enfermedad grave incurable y padecimiento crónico e imposibilitante. Quienes soliciten ayuda para morir deberán hacerlo como acto deliberado y por voluntad propia, y en caso de personas incapacitadas, deberán contar con un documento de voluntades anticipadas.
El proceso es muy garantista y el plazo desde la solicitud hasta el final durará como mínimo algo más de un mes. Una Comisión de Garantías con médicos y juristas analizará la documentación antes de tomar la decisión final. Los pacientes deberán ser informados de los tratamientos y alternativas durante el proceso.
Una vez tengan el visto bueno de la Comisión de Garantías, quienes soliciten la eutanasia podrán elegir entre administrarse ellos mismos los fármacos que causarán la muerte, o que lo haga un equipo sanitario. Aunque hasta otoño no se pondrá en marcha el registro para médicos o enfermeros objetores de conciencia, podrán hacer uso de ese derecho de forma inmediata.