La Guardia Civil retira ocho proyectiles en un pajar
Son seis granadas de mortero y dos proyectiles de artillería de 65mm y 105mm de calibre. Una vez localizados y trasladados a un lugar seguro los especialistas han procedido a su destrucción.
Efectivos del Equipo de Búsqueda y localización de explosivos (EBYL) de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel y los TEDAX de la Comandancia de Zaragoza han retirado ocho artefactos explosivos que se encontraban situados en las inmediaciones de un pajar en el Camino de las Eras de la localidad de Libros.
En lo que va de año el EBYL de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel ha atendido 31 incidencias, de las que 20 eran reales.
Ante este tipo de sucesos es conveniente recordar que la provincia de Teruel fue escenario de intensos y numerosos enfrentamientos durante la Guerra Civil Española, lo que explica la abundancia de restos bélicos que aparecen, sobre todo, cuando se efectúan trabajos tanto en montes públicos como labores agrícolas.
Aunque a este respecto no se pueden establecer unas medidas de seguridad plenas, sí cobra especial importancia la información general como la opción más segura. Para ello interesa seguir algunas recomendaciones:
· No tocar, no mover, ni alterar en modo alguno el objeto; desconfiar del aspecto externo que pudieran presentar (oxidado, deteriorado…), pues se debe tener muy en cuenta que a pesar del tiempo transcurrido muchos de estos artefactos conservan todo su potencial explosivo. A este respecto cabe añadir que ciertos modelos de artefactos de mano utilizados en este contexto son fácilmente confundibles con envases o recipientes actuales.
· Señalar el lugar para poder reconocerlo posteriormente.
· Dar aviso inmediato a la Guardia Civil por los medios que permitan mayor rapidez. Número de teléfono permanente de atención ciudadana 062.
· Se desaconseja totalmente transportarlo hasta un lugar apartado para abandonarlo allí. Ya que además del peligro inherente que conlleva se genera una situación descontrolada.
· Igualmente es importante recordar que estos artefactos no explosionan espontáneamente, por lo que ante su hallazgo hay que mantener la calma y seguir las recomendaciones dadas.
La atención de estas incidencias es prioritaria y el alertante no debe temer, en modo alguno, ningún tipo de sanción.