FACUA denuncia el aumento de márgenes de beneficios de los grandes supermercados
Según un informe de la organización de consumidores, el ciudadano paga hasta diez veces más por los alimentos de lo que cobra el productor en origen.
La diferencia entre lo que le pagan al agricultor por producir un alimento y lo que nos cuesta a nosotros en el supermercado sigue aumentando. Según un informe de FACUA, en algunos alimentos alcanza el 875%. Por ejemplo, productos como las cebollas o las zanahorias son más de cinco veces más caros en los puntos de venta que en origen. Por eso, la entidad denuncia aumentos de los márgenes de beneficios empresariales.
Según el estudio de FACUA, el productor recibe 46 céntimos de euro por un kilo de cebollas que a los consumidores nos cuesta cerca de dos euros. En el caso de la patata el precio en origen es de 41 céntimos frente al euro y 29 céntimos del supermercado. Es un aumento del 214%. Lo mismo ocurre con los huevos, manzanas o champiñones.
El portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, reclama al Gobierno de España que ponga en marcha el doble etiquetado para que los consumidores seamos conscientes de lo que se encarecen los alimentos. Además, FACUA recuerda que estos alimentos básicos están afectados por la rebaja del IVA y que las empresas tienen prohibido aumentar los márgenes de beneficios con su venta.
Asociación de Hortelanos
Cuando los productores venden directamente a los mercados o tiendas sus alimentos de kilómetro cero, los precios se encarecen menos, pero aun así el consumidor paga el doble o el triple de lo que recibe el agricultor.
Desde la Asociación de Hortelanos de Zaragoza recuerdan que el problema no es nuevo. El presidente de la entidad, Cristóbal Omedes, apoya la propuesta de FACUA de establecer el doble etiquetado para que el consumidor para conocer los márgenes de beneficios de las grandes superficies de distribución.
Recuerda que este aumento del precio de los alimentos desde que se recoge hasta que llega a los lineales se suma al aumento exponencial de los costes de producción de los últimos años y al pago de impuestos. Todo ello provoca caídas de rentabilidad que abocan a muchos productores a cesar su actividad.