El centro de día de Cruz Roja en Teruel capital se nutre de las cuotas de los usuarios, que en estos momentos son 24, frente a las 40 plazas que tienen disponibles, y de la aportación del 0.7% que les otorga el Gobierno de Aragón, procedente del IRPF.
Una subvención que, según su presidente, Antonio Soler, "se ha reducido en más de 50.000 euros en los últimos dos años, por lo que el déficit acumulado ronda los 270.000 euros". Por este motivo, "si no logramos reconducir esta situación nos veremos obligados a dejar de prestar este servicio con el consiguiente despido de la mitad de su plantilla, integrada por catorce trabajadores", añadía Soler.
El centro de día de Cruz Roja se abrió en 2013, tras el cierre de la residencia de mayores tres años antes. "Siempre ha mantenido unos niveles óptimos de ocupación, pero la llegada de la pandemia acabó con estas buenas cifras", según ha explicado su secretario provincial, Gregorio Vicente.