Varios servicios ferroviarios en las líneas Zaragoza-Monzón-Lérida, Teruel-Caudiel, Caspe-Fayón y Huesca-Jaca desaparecerán el 1 de julio, después de que el Ministerio de Transportes se haya negado a financiarlos, como le corresponde legalmente, y tampoco quiera reunirse con los afectados para buscar una solución.
El Gobierno aragonés llevaba años asumiendo el coste de esos trenes, pese a no ser su competencia, pero el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, cree que ha llegado el momento de poner fin a esta discriminación.
Esos servicios, que se suprimieron durante la pandemia, no volverán a entrar en funcionamiento si el Ministerio no accede a financiarlos. Para compensar esa pérdida, el consejero Soro se ha comprometido hoy, en una reunión con los responsables de los municipios afectados, a contratar autobuses que cubrirán esos trayectos.
Sin embargo, los alcaldes rechazan esa solución, porque el viaje por carretera es mucho más largo, y exigen a los gobiernos de España y Aragón que se pongan de acuerdo para mantener los trenes. Así lo ha reclamado la alcaldesa de Teruel, Emma Buj.
El alcalde de Monzón, Isaac Claver, está convencido de que cualquier servicio que se pierda ahora, no volverá a recuperarse. Aunque comprende y apoya las reivindicaciones de Soro, pide al Gobierno aragonés que siga pagando esos servicios ferroviarios mientras el Ministerio no lo haga.