Los agricultores aragoneses que están sembrando cereales de invierno se sienten optimistas y prevén superar las cifras de la pasada campaña, que con solo 1.300.000 kilos recogidos, fue una de las peores de las últimas décadas. Las lluvias han mejorado las condiciones en muchas zonas de Aragón, pero el exceso de humedad en zonas altas, sumado a otros factores, provocarán que el 15% de la superficie quede sin sembrar.
En Aragón se destinan 780.000 hectáreas cada año a estos cultivos. Aunque el trigo y la cebada son los más rentables, los bajos precios de los cereales en los últimos meses comprometen la rentabilidad de muchas explotaciones.
El miembro del comité ejecutivo de UAGA, Jesús Ballarín, ha explicado que ven con incertidumbre esta próxima campaña del cereal de invierno porque además el precio de las materias primas sigue siendo muy elevado y la cotización de los cereales se está hundiendo. Todo ello contribuye a que la rentabilidad de las explotaciones se esté viendo muy limitada.