El 15 de junio de 2019 Jorge Azcón fue investido alcalde de Zaragoza. Por delante se iniciaba una etapa en el Ayuntamiento que se iniciaba con el lastre de una deuda de 830 millones de euros. Sin embargo, el gran lastre del mandato de Azcón estaba por llegar apenas medio año después, aunque ni siquiera se vislumbraba en ese momento.
Con la pandemia condicionando la acción de las instituciones durante más de dos años, Jorge Azcón presume de haber mantenido a Zaragoza en marcha, impulsando proyectos que ya son una realidad, como la prolongación de Tenor Fleta, la Avenida de Navarra, el Cuartel de Pontoneros, las piscinas de La Almozara o las viviendas de uso compartido de Fray Luis Urbano. Pero el más ambicioso proyecto que el alcalde popular espera dejar atado antes de un año es el de La Romareda. Según Azcón, esta es la gran oportunidad para tener un campo de fútbol a la altura de la Ciudad y apto para entrar en el mapa del Mundial 2030, que podría celebrarse en España y Portugal.
Azcón defiende que su gobierno ha reducido deuda y aumentado la inversión mientras los ciudadanos han visto cómo bajaban los impuestos. A pesar de las críticas de la oposición porque algunos impuestos no han bajado sino que se han congelado, Azcón ha recordado que congelar impuestos mientras sube la inflación es lo mismo que bajarlos. También reivindica la labor realizada en áreas capitalizadas tradicionalmente por la izquierda: la acción social, donde la inversión ha batido todos los récords, y las medidas medioambientales. Según Azcón, en estos tres años se han puesto en marcha los proyectos de sostenibilidad más ambiciosos en la historia de Zaragoza.