En Zaragoza, la nueva facultad de Filosofía y Letras ha recibido hoy a los primeros alumnos, tras cinco años cerrada por obras de remodelación y una inversión de 28 millones de euros. En concreto, se han abierto 26 de las 42 aulas, y en las próximas semanas, se ampliarán los espacios poco a poco y se sacará a licitación la cafetería para que, cuanto antes, el edificio esté operativo al 100%.
Es un día histórico para una facultad cuyos alumnos y profesores, durante años, sufrió el paso del tiempo con caídas de falsos techos o problemas en el sistema de calefacción. No era raro tener que llevar casco o la instalación de redes en los techos, por motivos de seguridad.
Las obras, retrasadas a causa del Covid y por el encarecimiento de los materiales derivado de la guerra en Ucrania, han respetado el carácter del edificio, adaptándolo a los tiempos con las últimas innovaciones tecnológicas.
Se han mantenido elementos originales y de interés de esta Facultad que inició su andadura en 1942, pero también se ha construido un nuevo edificio. Por ejemplo, en el hall principal se instalado una nueva escalera de caracol delante del mural de Grávalos de 1972 y en uno de los patios interiores se han instalado plantas verticales.
“Aquí se une lo nuevo, lo puntero y lo tecnológicamente avanzado”, ha dicho la decana de la Facultad, Elena Barlés. “Está muy presente también la tradición e histórica de una facultad muy longeva que ha dado mucho a la sociedad y que seguirá dando. Además ahora con mayor impulso porque tenemos un edificios espléndidos”.
En total el complejo dispone de casi 18.000 metros cuadrados, por lo que los 2.500 alumnos de Filosofía, Periodismo o Historia del Arte, y los 500 profesores y 70 trabajadores de otros servicios que utilizarán las instalaciones, necesitarán tiempo para familiarizarse con ellas.
Durante las obras los estudiantes han dado clase en distintos edificios del Campus. Ahora, la reapertura del edificio principal de Filosofía y Letras permitirá que muchos de ellos ya no tengan que hacer esos desplazamientos. “Estoy contenta porque ahora voy a tener todas las clases en este edificio”, ha comentado una estudiante de Historia del Arte. “Yo aun tendré alguna en el pabellón de Interfacultades”, ha comentado otro de Filosofía.
Con la reapertura de Filosofía y Letras ve la luz uno de los proyectos más ambiciosos en materia de infraestructuras para la Universidad pública aragonesa durante los últimos años.