Algunas de las familias aragonesas que acogen a refugiados ucranianos en su casa están atravesando dificultades económicas, al tener que hacer frente a todos los gastos. Muchas estaban preparadas para una acogida temporal, pero la guerra se está alargando y la mayor parte de los refugiados no pueden trabajar e independizarse, al no hablar español.
Las administraciones no ofrecen ayudas económicas para el acogimiento familiar. Por eso, desde Accem han lanzado un programa piloto para apoyar a estos hogares, que ya está funcionando en Murcia, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Ahora hacen un llamamiento a las familias de acogida en Aragón, para que soliciten esa ayuda si la necesitan.
Carlos Vela, coordinador para Ucrania de Accem, explica que esta semana empezarán a elaborar un registro de todas esas familias y contactarán con ellas para realizar entrevistas individualizadas, que les permitan valorar las necesidades que deben atenderse.
Las familias de la Asociación Asistencia a la Infancia también están asumiendo la responsabilidad económica de acoger a los refugiados. Además, intentan buscar viviendas y empleos a estas personas. Atienden familias de hasta ocho miembros formadas por mujeres y niños pequeños. Muchas de ellas hablan español, porque han participado en los programas de acogida de la entidad.
La vicepresidenta de la asociación, María José García, cree que hay que mejorar la coordinación y ofrecer ayuda a las familias acogedoras.