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El amargo debut de Ramírez en el banquillo del Real Zaragoza

Miguel Ángel Ramírez se estrenaba este pasado domingo en el banquillo del Estadio Municipal de La Romareda y su estreno fue de todo menos plácido. El Real Zaragoza sólo lograba arrancar un empate a dos tantos ante el colista, el Tenerife, y además un sector importante de la afición le pedía que se fuera.

Francisco Javier Castarlenas

Zaragoza |

Azón salvó un punto para el Real Zaragoza ante el Tenerife | LaLiga Hypermotion

Cuando un técnico se estrena en el banquillo de su nuevo club, de su nuevo estadio, siempre confía en vivir un debut soñado con victoria y una afición volcada con el equipo. Sin embargo, en ocasiones, los sueños, sueños son. Es lo que le sucedió a Miguel Ángel Ramírez en el Estadio Municipal de La Romareda ante el Tenerife, colista de la competición y ante el que el Real Zaragoza sólo pudo arrancar un pírrico empate a dos tantos. Y gracias, teniendo en cuenta que los canarios lograban adelantarse 0-2 en el electrónico ya en la segunda parte.

Fue poco antes de ese momento, cuando Diarra hacía el 0-2. La grada de La Romareda, al menos un sector importante, gritó enfadada el "Ramírez, vete ya", algo inédito teniendo en cuenta que es el segundo encuentro como entrenador zaragocista del canario y también porque es el primero en el que dirige al equipo en estadio propio. El motivo del enfado, además de la derrota y la mala imagen, la decisión del míster de no romper la línea de cinco defensas con sus cambios.

De hecho, y de manera irónica, también se escuchó el "queremos otro defensa" desde el graderío. Después el equipo logró reaccionar con dos tantos en poco más de un minuto de Enrique Clemente e Iván Azón, pero la remontada se quedó a medias. Bien podría haber cambiado todo, pero la madera repelió un gran lanzamiento de falta de Toni Moya en el tiempo del descuento y el marcador terminó inamovible en el 2-2.

Miguel Ángel Ramírez no quiso entrar en polémicas en la sala de prensa, acogiéndose al derecho a trabajar y mejorar en estas semanas. Sí se "mojó" más el capitán, Lluís López, mostrando su desacuerdo con la actitud de la afición, considerando que no era un comportamiento "lógico".

Con estos ingredientes, el Real Zaragoza abandona su hogar este fin de semana para visitar al Málaga. De momento, los blanquillos se encuentran en zona de nadie y si quieren aspirar a más, o bien no sufrir, están obligados a reaccionar de inmediato.