Aumentar la dosificación de peróxido y ajustar la cloración en los depósitos municipales. Estas son las medidas que proponen desde el Instituto Aragonés del Agua y Salud Pública para acortar los plazos en lo que respecta a la potabilidad del agua en los pueblos que se abastecen del pantano de Cueva Foradada.
Este miércoles se cumplirán tres meses desde el inicio de la crisis del agua potable, que afecta a más de 6.500 vecinos de las comarcas del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos.
En estos momentos todavía son cuatro los municipios que siguen sin ser aptos para beber agua del grifo: Albalate del Arzobispo, Urrea de Gaén, Samper de Calanda y La Puebla de Híjar.