Madrid | 06.05.2022 12:38
Las universidades públicas de Sevilla ultiman ya la preparación de la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso y la Admisión (PEvAU), prevista para el 14, 15 y 16 de junio (el jueves 16, festivo en Sevilla por el Corpus), en las que, después de dos años de pandemia, se recuperan esquemas de 2019. Para este 2022, tanto la Universidad de Sevilla (US) como la Pablo de Olavide (UPO) prevén menos espacios reservados para estos exámenes ya que no hay registraciones en cuanto a aforos. En el caso de la US, la vicerrectora de Servicios Sociales, Campus Saludable, Igualdad y Cooperación, Ana López, con competencias en materia de prevención, señala a Europa Press que, este año, la antigua Selectividad tendrá en el caso de Sevilla "menos sedes y aulas", al tiempo que ha recordado que Andalucía está, por el momento, en nivel 0, lo que se traduce, entre otras cosas, en que no hay limitaciones de aforo. La US, en 2019, reservó 21 sedes (doce en Sevilla capital); en 2021, fueron 29 (19 en Sevilla). Sí apunta que se mantienen los protocolos en lo relativo a ventilación en interiores y las recomendaciones en cuanto a la higiene de manos. En el caso de la Olavide, con motivo de la pandemia, los años 2020 y 2021 se habilitó la biblioteca para "dar cumplimiento a todos los protocolos de seguridad y distancia". "Este año se volverá a modelo pre-covid en cuanto a ubicación y espacios, con las medidas de seguridad y recomendaciones preceptivas, como en cualquier actividad académica, como ya lo hemos hecho en las pruebas de mayores", explican fuentes de la UPO. Otra de las novedades de esta Selectividad está relacionada con la mascarilla, que ya no es obligatoria en interiores. Las comisiones Covid de las dos universidades de Sevilla, tras hacerse público el Decreto del Gobierno en este sentido, emitieron recomendaciones en las que "enfatizan" el uso de las mascarillas en "espacios interiores de uso compartido", como es el caso de las aulas, y "especialmente, en aquellos espacios en los que no pueda garantizarse una distancia mínima interpersonal suficiente o que no gocen de una buena ventilación". La Pablo de Olavide sí que remarcó en su nota informativa remitida a la comunidad universitaria que "en ningún caso, se puede obligar a los estudiantes a utilizar la mascarilla, por lo que se recomienda que el docente que presente una mayor vulnerabilidad a la enfermedad adopte las medidas adecuadas de autoprotección (uso de mascarilla FPP2)".