El efecto Moreno Bonilla llega a Sevilla
José Luis Sanz será el nuevo alcalde tras recuperar Sevilla para el PP
Sevilla | 29.05.2023 00:34
Sevilla ha tenido un brillante ganador: José Luis Sanz, el nuevo alcalde del PP para la ciudad, que comparte honor y mérito con el propio presidente de la Junta que igualmente se ha entregado y batido el cobre en esta campaña de manera personal, casi como si él mismo fuera candidato y se tratara de su propia reválida tras la aplastante victoria en las autonómicas del pasado año.
El PP consigue uno de sus objetivos: Sevilla
Sevilla se había convertido en uno de los objetivos clave para el PP en estas elecciones, de la misma manera que también lo era para el PSOE por su extraordinario valor y efecto simbólico. Pero, a la vista de los resultados, el objetivo se les ha quedado corto a los populares por cuanto se ha puesto en evidencia un movimiento de calado social y político tan profundo que probablemente su efecto persista durante los próximos años.
El fenómeno Moreno Bonilla
Juanma Moreno consiguió ganar por primera vez en la historia de su partido en la provincia de Sevilla y también en la capital en junio del pasado 2022. Podría haber sido una simple ilusión o un efecto coyuntural del desgaste de los socialistas tras más de tres décadas en el gobierno, pero lo que ahora se constata es que el 'fenómeno Moreno Bonilla' no tiene vuelta atrás, que viene para quedarse en las tierras del Sur y que se asienta sobre un cambio político sólido en una comunidad que ya no es reacia a los populares y cuyo alcance les asegura éxitos, al menos, hasta las generales de finales de año.
Moreno Bonilla ha hecho toda una exhibición en estas elecciones
Dando a veces la impresión de no tener demasiada fe en sus propios candidatos, o puede que teniendo más confianza en su propia fortaleza, Moreno Bonilla ha hecho toda una exhibición en estas elecciones en las que personalmente se ha echado al partido y el relato a cuestas, realizando un sobreesfuerzo en el que a diario no le han faltado tres, cuatro y hasta cinco o seis mítines y encuentros con militantes. El mensaje era él, el inequívoco y gran artífice del éxito también era él, y el revolcón que a título personal ha infligido a los socialistas andaluces presagia simultáneamente un hundimiento del PSOE a todos sus niveles. Las consecuencias, a día de hoy, resultan un enigma.
El éxito del PP se traslada a toda la Comunidad de Andalucía
Que el éxito no solo se haya producido donde más discutido estaba, en Sevilla, sino en general en toda la comunidad andaluza al unísono, pone de manifiesto la valía del “barón” popular que surge en Andalucía. Un barón que en la noche de este domingo podría haber mostrado a Alberto Núñez Feijóo poco menos que las puertas de la Moncloa, puesto que deja noqueado a un PSOE que sin Andalucía y sin el apoyo de su ciudad talismán, Sevilla, poco menos que se convierte en un peso muerto que se precipita al vacío.
Las consecuencias que se abren para los socialistas son probablemente dramáticas. El candidato Antonio Muñoz, que llegó de auténtica carambola al gobierno municipal tras la salida forzosa de Juan Espadas hacia la secretaría general de los socialistas andaluces, deja una posición de histórica debilidad. Muñoz conocía a la perfección que esta sería su única posibilidad de competir por ser alcalde. Se jugó el todo por el todo en una campaña en la que en todo momento había tratado de prescindir de su marca e incluso de sus dos secretarios generales, Pedro Sánchez y Juan Espadas. Ahora ambos elementos, marca y liderazgos, salen verdaderamente tocados. Y el Ayuntamiento, perdido.
Pendientes de las peticiones de VOX al PP en Sevilla
Qué va a pedir VOX al PP para conformar gobierno y apoyar un pacto es, en estos momentos, irrelevante, pues no existe más alternativa. Gobernar, desde dentro o apoyar un gobierno desde fuera, es la única posibilidad que tienen sobre la mesa los de Santiago Abascal, aunque el pacto pueda tardar en llegar y hacerse de rogar tanto como las generales. Y aunque VOX aclaró su intención de entrar a formar gobierno, la jugada que ahora manejan no admite mayor ajuste: o apoyan al PP o apoyan al bloque de las izquierdas.
Sevilla es ciertamente el mayor síntoma, pero toda Andalucía está contagiada.
El PSOE hace aguas en Andalucía
El PSOE hace aguas y enfila un camino difícil para retomar un rumbo que decididamente le ha arrebatado el PP de Moreno Bonilla. Son 61 diputados los que la comunidad envía al Congreso. Suficientes para determinar el destino de un país o, en todo caso, el destino de uno o varios de sus líderes.
Ni en sus mejores sueños el PP andaluz habría acariciado la idea de gobernar simultáneamente las tres administraciones, nacional, andaluza y sevillana. Ya llevan dos. Y el año ni siquiera ha terminado.