Al Sevilla no le salen las cuentas
La Liga ha impuesto al Sevilla un límite salarial de 72 millones de euros y resulta que paga el doble en fichas del primer equipo. La calculadora de Orta, Del Nido Carrasco y Castro va a echar humo este verano.
El club nervionense pagaba en verano de 2023 la nada desdeñable cantidad de 200 millones de euros en sueldos de futbolistas. Al comenzar el campeonato consiguieron bajarla a 168 millones dando salida a jugadores como el Papu Gómez, Tecatito o Idrissi, pero claro... rescindir contratos en vigor cuesta mucho dinero. Ahí se gastó el Sevilla 31 millones de euros en despedir a los integrantes de la plantilla con los que no contaban. Y ese mordisco a las arcas es importante. En el siguiente mercado, el de enero de 2024, la entidad siguió bajando el gasto de sueldos, con salidas como las de Rakitic y Fernando, situando la cantidad en 152 millones. Y con la marcha de los ocho futbolistas que han salido (Ramos, Mariano, Lamela, Oliver Torres, Hannibal, Véliz, Soumaré y Agoumé), ahora mismo los números van por 125 millones. Logicamente el Sevilla tiene que fichar a ocho que suplan a los que se han ido, que si bien tendrán contratos más bajos, son cantidades que suman a los 125 kilos. Si el club deja esos guarismos en 135 o 145 millones, las cuentas no salen. Se excedería del límite salarial en unos 60 o 70 millones de euros. Y aquí es donde entra la operación salida.
Orta pretende sacar de ese vestuario a jugadores como Januzaj, que cobra 2,7 millones limpios, o Jordán, que cobra 3,6 millones netos al año. ¿Qué ocurre? Pues que como pasó con el Papu y compañía, deshacerse de ellos va a salir por un pico. Porque no tiene pinta de que vayan a perdonar ni un euro (y están en su derecho, que para ello está firmado). Vamos, que el Sevilla tiene un problema gordo. Y es muy probable que tenga que utilizar una parte del famoso crédito de 108 millones para despedir a los que más cobran, o no alcanzarán nunca el límite salarial fijado. Por cierto, como el contrato de Nianzou iba subiendo progresivamente, este año pasa a cobrar 4 millones. Casi "ná".