Sampaoli advirtió de que "el rival", derrotado por 3-0 en el Sánchez-Pizjuán, "acá se hace fuerte", algo que sucederá si el Sevilla se ve "obligado a jugar sin el balón" como ocurrió "en los primeros veinte minutos de la ida", cuando los neerlandeses "dañaron" a su equipo.
El técnico santafesino cree que el Sevilla sacó aquel partido adelante porque "pegó justo en los momentos en los que había que pagar", pero "el mejor contexto será jugar de igual a igual y no ser sometidos" porque "el fútbol es un estado de ánimo" y "si marcan, les generará entusiasmos", por lo que sus jugadores deberán esforzarse en "neutralizar sus ataques directos, que son muy buenos".
Sampaoli, pese a la "ilusión" que le hace avanzar en el torneo continental, no olvida "la dificultad en la Liga que no se puede esconder", con el descenso a tres puntos, lo que lo obliga a "armar partidos dobles porque el domingo llega una cita muy importante". "El equipo está combatiendo todos los días para salir de ese lugar", dijo.
Al preparador sevillista le preocupa el estado físico de su máximo goleador, el marroquí Yousseh En-Nesyri, quien "viene de un Mundial y acaba los partidos siempre de una incomodidad" física y no puede "garantizar que juegue el domingo" pese a que "es un jugador vital porque está en un momento de contundencia alto", aunque "el jugador está avisando de que hay un peligro de lesión".
El buen momento del ariete magrebí se debe también a que "ha encontrado a gente que lo asista", ya que mantiene "buena comunicación con los jugadores de banda como Acuña, Navas, Suso y Óliver Torres".
"Está con mucha determinación de cara al arco", lo que le "da la chance de convertir en cualquier momento. Eso genera respeto y temor a los rivales. Por eso es un jugador tan importante", aseveró.
La plantilla, destacó, sigue presentando "algunos inconvenientes de nombres propios y posiciones pero el rendimiento global es mejor" gracias al "compromiso colectivo" porque "cada jugador está ayudando a sacar al equipo de la zona de incomodidad".